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El tráiler más odiado de la historia de YouTube, una recaudación desastrosa y... una crítica que la pone por las nubes. ¿Qué está pasando con Cazafantasmas?
12 Agosto 2016 14:28
Cazafantasmas probablemente sea la película más polémica del año. No por su argumento, sino por las críticas que ha generado desde que se anunció.
Hoy se ha estrenado en España, y ha demostrado algo que no todos estaban preparados para asumir:
Que es una buena película.
Así es, la versión de Paul Feig del clásico ochentero no es una bazofia infumable que solo busca aprovecharse de la franquicia. El reboot de Cazafantasmas es una buena pieza humorística. Por supuesto no llega al nivel de la primera, pero se adapta a la perfección al cine actual.
Todos los que decían que "les han destrozado la infancia" se lo pasarán genial viéndola en el cine.
El secreto se encuentra en sus protagonistas. Kristen Wiig y Melissa McCarthy forman una dupla de líderes que se complementa magistralmente con los roles de Kate McKinnon y Leslie Jones, más estereotipados pero igualmente bien llevados. Y todo pasa de manera natural. Se nota que las cuatro actrices están a gusto en sus papeles y que son de sobras aptas para soportar el peso de la memoria del fandom.
Aunque ninguna es Bill Murray –si bien este también hace una aparición estelar–, conforman un elenco inmejorable. Así que, por más que les duela, todos los que decían que “les han destrozado la infancia” se lo pasarán genial viéndola en el cine.
Cazafantasmas respeta al clásico, con guiños constantes a las anteriores películas y una afinidad entre las integrantes del equipo que supera a la de los originales.
Pero claro… ¿qué voy a decir yo?
Soy crítico de cine y, al igual que el 74% de las críticas recogidas por Rotten Tomatoes, alabo la película.
¿A qué se debe la diferencia que existe entre la opinión de los críticos y de los espectadores?
Mientras tanto, el gran público sigue sin estar convencido. Existe una gran diferencia entre las notas que ponen los expertos y las que ponen los usuarios.
Es un caso opuesto al de Escuadrón Suicida, que apenas recoge el 26% de críticas positivas de Rotten frente al 70% de las del público.
Pero, ¿a qué se debe esta diferencia?
1. La importancia del marketing
Las campañas de marketing de Escuadrón Suicida y Cazafantasmas han sido antagónicas. Mientras la primera presentaba tráilers realmente espectaculares, con bandas sonoras envidiables y los mejores chascarrillos del filme; la segunda apenas jugaba con la melancolía de los guiños a la película original y presentaba bromas de género que no terminaban de estar justificadas.
Nada bueno podía salir de ahí. El tráiler de Cazafantasmas acumuló el mayor número de dislikes de todos los avances cinematográficos de la historia de Youtube (ahora ronda el millón) y cada nuevo teaser, póster, entrevista, etcétera, etcétera se llenaba de comentarios negativos por parte del público.
Básicamente, nadie esperaba nada de Cazafantasmas. Al contrario, justamente, de Escuadrón Suicida. El hype estaba por las nubes, hasta el punto que les ha costado una denuncia por “engaño”.
2. El público masculino en contra
Gran parte de las críticas prematuras que ha recibido Cazafantasmas han tenido un cariz misógino. Muchos fans masculinos de la franquícia no veían capaces a cuatro mujeres de empuñar las armas de protones.
El hecho de que el guión acabe dejando a los hombres como imbéciles que no sirven ni para poner azúcar al café tampoco ha ayudado.
El máximo exponente masculino de la película es el personaje de Chris Hermsworth –que, por cierto, parece más válido para la comedia que para cualquier otro tipo de cine–, un recepcionista totalmente descerebrado al que contratan por su físico.
Esto, mal entendido, acaba siendo un ataque a la virilidad de la mayoría de fans de la saga, pues la mayoría parecen ser hombres. Y su traducción en los tiempos de las redes sociales es una campaña de boicot brutal y un fracaso absoluto de recaudación.
3. La maldición de los reboots
Decir que Hollywood está de capa caída creativa es una obviedad. El regreso de los clásicos con secuelas, remakes, reboots, spin-offs y todos los conceptos que queden por inventar provocan que géneros como la ciencia ficción se hayan estancado y solo se consigan salvar gracias a las joyitas puntuales que aparecen en el cine de superhéroes.
Por eso, cuando los fans más acérrimos escucharon que se iba a hacer una nueva película de Cazafantasmas, se llevaron las manos a la cabeza. Solo saldría bien, decían, si los protagonistas eran los mismos. Pero Feig sabía que no podía poner a cuatro ancianos a combatir los fantasmas de Nueva York, por lo que se atrevió con un reinicio totalmente revolucionario.
Pero, ¿era un remake necesario?
Parece que los productores no han entendido todavía que los reboots solo funcionan cuando están bien justificados, como ocurre con Batman o con Jurassic World. Pero si intentas coger un clásico y reconvertirlo, por buenas intenciones que tengas, las probabilidades de que no funcione son de un porcentaje muy alto.
4. ¿Qué espera el público de los blockbusters?
El CEO de Netflix Ted Sarandos acaba de decir que Adam Sandler es el mayor éxito de su compañía. Sí, la productora de Orange is the New Black ha anunciado que ganan más con películas como The Ridiculous 6, que recibió un 0% de críticas positivas en Rotten, que con sus mejores series.
Teniendo esto en cuenta, queda claro que lo que espera el público mayoritario de estas pelis no es lo mismo que lo que buscan los críticos. Para los grandes estrenos, la mayoría espera pasar un buen rato sin demasiadas complicaciones. No hay espacio para los retos mentales ni las críticas políticas.
Y Cazafantasmas es una genialidad en cuanto a críticas al machismo se refiere. Las bromas están cargadas de veneno hacia una industria que durante décadas han dejado a las mujeres relegadas a un segundo plano. No es el pan y juegos de circo al que nos tienen acostumbrados.
Pero quizás la saga Cazafantasmas sea la menos adecuada para hacer algo así. Quizás deberían haberse adaptado más a la melancolía bien aprovechada de Stranger Things para esta película...
O quizás solo deberíamos quitarnos el sombrero y aplaudir que hayan antepuesto el argumento a la recaudación.
Quizás lo necesario no es cambiar a James Bond por Jane Bond.
Sin embargo, con esta película y la nueva Ocean’s Eight protagonizada por mujeres como Anne Hathaway o Rihanna, la duda surge irremediablemente:
¿Es esta la mejor fórmula para demostrar que las mujeres también pueden protagonizar clásicos?
¿De verdad necesitamos coger un producto cerrado, tradicionalmente masculino, y cambiarlo de género para empoderar al sexo femenino?
El secreto para que el feminismo comience a tener alguna validez en Hollywood no parece pasar cambiar a James Bond por Jane Bond. Quizás, lo que estamos pidiendo a gritos son nuevos clásicos que nos demuestren que Harrison Ford y Clint Eastwood han pasado de moda. Nuevos clásicos que, además, sean mujeres.
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