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¿Hay algo más tierno que el encuentro de dos niños, inocentes, curiosos y libres de prejuicios? Pues sí: que se trate de un osezno y un cervatillo. Y si te queda alguna duda, ¡aquí está la prueba!
La situación ocurrió en el santuario de animales conocido como "Point of View", en el estado de West Virginia, en los Estados Unidos. Sus protagonistas son Boog, un osezno criado en el santuario, y un cervatillo recién llegado al centro. El vídeo muestra su primer encuentro: Boog es quien toma la iniciativa, acercándose, oliendo e incluso llegando a tocar al cervatillo con la pata, que le mira con recelo. Sin embargo, este no huye del osezno, mirándole con precaución pero también con mucha curiosidad.
Finalmente, tras varios graciosos momentos en los que el pequeño oso trata de ponerse de pie de forma poco ortodoxa, el cervatillo termina acercándose a él cariñoso, incluso llegándose a dar algún que otro beso.
No sabemos qué ocurrió después de este vídeo, ¡pero seguro que esto fue el inicio de una bonita amistad!
¿Pueden los animales ser "amigos"?
Pero, ¿existe realmente la amistad entre animales de distintas especies, tal y como la entendemos los humanos? Esta es una pregunta que muchos científicos llevan haciéndose desde hace muchísimos años, y la cual aún no ha sido respondida de forma definitiva y satisfactoria.
Y es que, a pesar de que los biólogos han catalogado la amistad como un rasgo únicamente humano. Sin embargo, son numerosos los casos en los que vemos distintas especies convivir de forma aparentemente amistosa, como el de Shere Khan, Baloo y Leo, un tigre, un oso y un león que son grandes amigos desde la infancia, y que habitan en el centro Noah's Ark de la ciudad de Atlanta, Georgia. Y como este, existen cientos de otros vídeos en Youtube donde se puede comprobar múltiples casos similares.
El problema viene cuando tenemos que definir qué es exactamente la amistad, ya que muchos de estos animales pueden tolerarse y convivir, pero esto no significa necesariamente que sean amigos. Para la antropóloga del College of William and Mary, Barbara J. King, aún no es posible sacar conclusiones definitivas, debido a que la base de datos es muy pequeña. Para ella, una amistad debería tener tres características:
- Que sea una relación sostenida en el tiempo.
- Que sea mutua, es decir, que ambas especies interactúen.
- Debe haber algún tipo de adaptación con el fin de mejorar la relación, es decir, algún cambio en el comportamiento o en la comunicación natural de los animales.
Sin embargo, hay quien afirma que es completamente lógico que los animales tengan relaciones amistosas entre ellos, al igual que los humanos. Es el caso del doctor Marc Bekoff, un ex-profesor de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Colorado, quien opina que los mamíferos compartimos una gran cantidad de estructuras cerebrales, lo que hace que no estemos tan separados de los animales como creemos: si nosotros tenemos algo, es muy probable que ellos también lo tengan.
Pensemos lo que pensemos, tendremos que esperar a que se se recolecten más datos y se realicen estudios más profundos para comprender mejor este tipo de situaciones entre nuestros "amigos" los animales.