Las simpáticas imágenes de este periquito defecando en un váter esconden una práctica cada vez más extendida pero que puede ser peligrosa para los animales
A todos nos gustan las mascotas. ¿Quién no ha querido alguna vez tener un perro, un gato o un pájaro para hacerles compañía? Sin embargo, no todos nos decidimos a hacernos con un compañero del reino animal; y una de las razones que más menciona la mayoría de la gente al respecto es que no quieren tener que limpiar sus desperdicios.
Pero, ¿qué pasaría si fuera posible entrenar a nuestros animales de compañía para que hicieran sus necesidades en el baño? De ser así, tener una mascota sería en principio mucho menos molesto. Ésta es precisamente la idea que se desprende del vídeo de hoy, en el que podemos observar a un periquito que ha aprendido a ir al inodoro cuando tiene que "evacuar".
Sin embargo, ¿cuánto esfuerzo hay detrás de un entrenamiento así? A pesar de ser aves relativamente inteligentes, los periquitos no aprenden de manera natural a ir al baño. Por el contrario, es necesario elaborar complejas estrategias para que sean capaces de hacerlo. El principal motivo para ello es que, al contrario que los humanos o los perros, las aves no disponen de un mecanismo para controlar sus esfínteres.
Debido a ello, entrenar a un periquito o a un ave de compañía para que solamente haga sus necesidades en lugares determinados es extremadamente complicado. El animal tiene que aprender a diferenciar cuándo necesita liberarse, y dirigirse automáticamente al lugar en el que ha aprendido que tiene que hacerlo.
Esto requiere una constante vigilancia por parte de los dueños del animal, que en muchos casos intentan evitar el esfuerzo requerido para lograrlo y simplemente enseñan al pájaro a hacer sus necesidades cuando ellos se lo ordenan. En un principio, de esta manera podríamos asegurarnos de que el ave tenga los intestinos vacíos en todo momento; pero según los expertos, puede ser extremadamente peligroso para la salud del animal.
El principal riesgo viene de que, al entrenar al animal para que trate de hacer sus necesidades cuando se lo ordenan, el ave lo intentará aunque realmente sus intestinos ya se encuentren vacíos. Así, debido a la fuerza ejercida sin necesidad, se han dado casos de prolapsos intestinales en pájaros. Es decir, los intestinos del animal han quedado desencajados debido a la excesiva fuerza aplicada.
Aunque es cierto que algunos dueños han conseguido entrenar a sus periquitos de forma adecuada para que se den cuenta de cuándo tienen que "ir al baño" y lo hagan en los lugares asignados, el esfuerzo requerido para ello tiende a ser mucho mayor que el que supondría simplemente limpiar sus desperdicios. Especialmente, si esto se hace de la manera correcta.
Así, algunos de los consejos ofrecidos por los expertos en estos animales de compañía son poner papel en todos los lugares favoritos del pájaro, alimentarle con comida sólida para que sus excrementos sean más fáciles de limpiar, o dejarle posarse sobre nuestros hombros solo cuando llevemos ropa que no nos importe que quede estropeada.
Porque en el fondo, ¿qué derecho tenemos a comprarnos un animal de compañía, y obligarle a adoptar conductas perjudiciales para su salud solo para estar más cómodos? Es nuestra responsabilidad cuidar de las mascotas lo mejor posible; y si no nos vemos capaces de hacerlo, lo mejor es, directamente, no hacernos con una.