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Artículo No entenderás lo peligrosa que puede ser una baraja de cartas hasta que veas este vídeo Content

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No entenderás lo peligrosa que puede ser una baraja de cartas hasta que veas este vídeo

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Una pista: estrellas ninja... de fino cartón

Playground community

06 Junio 2018 09:58

La mayor parte de nosotros solo sabe hacer dos cosas con un mazo de cartas en la mano: ganar o perder. Y a veces ni siquiera a algo sofisticado como el póker o el blackjack, sino a esos juegos de toda la vida que nos enseñaron los abuelos con nombres pintorescos como ‘el burro’ o ‘la escoba’.

Pero Rick Smith Jr. sabe hacer todo eso y mucho más con un simple naipe. Sabe lanzarlo, proyectarlo, modular con fuerza su recorrido y hacer que se clave en un objeto o, incluso, que lo cercene, que lo rebane por la mitad, si el grosor o volumen es el adecuado.

Es un juego, o mejor dicho, una técnica basada en una indiscutible puntería, implementada con un juego de muñeca que debe ser la envidia de casi cualquier tenista. Asombra que algo con la masa de una sencilla carta de fino y flexible cartón pueda ser proyectada con tal fuerza como para causar mella en un cuerpo fibroso pero compacto. Y a veces, tajarlo. Melones, pepinos, champiñones, zanahorias, una aceituna sostenida entre dos dedos...

Afortunadamente, este tres veces récord Guinness no utiliza estrellas ninja y por eso sus amigos y colaboradores posan con relativa tranquilidad. Aunque en verdad esa calma proviene de la casi certitud de que Rick es infalible y de que -como demuestra en sus apariciones televisivas, sus shows en Las Vegas o sus los vídeos de su canal de YouTube— dónde pone el ojo, pone la ca

En su canal de YouTube, Rick tiene tutoriales para explicar y enseñar sus habilidades. Estudiar a gente como él te hace pensar si en verdad todo es fruto de la práctica y la perseverancia o si existen dones a los que somos proclives y que quizá nunca llegamos a descubrir.

Smith lo descubrió accidentalmente, lanzando una carta contra un compañero y haciéndole un leve tajo en el brazo. Leve, decimos. A partir de ahí, el constante ensayo le ha llevado a lanzarlas hasta una distancia efectiva de 66 metros y 21 de altura. Sus naipes pueden alcanzar las 90 millas por hora, unos 135 km/h.

Si estuvieras sentado a su mesa de juego, ¿le dirías “lánzame una carta”? Seguro que no.

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