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Tierna curiosidad mutua
Playground community
13 Septiembre 2018 15:12
El reconocimiento interespecies es algo maravilloso que pocas veces podemos atestiguar. Pero este vídeo nos permite disfrutar de uno de esos inapreciables instantes en los que un animal, dotado de un cierto grado de inteligencia y curiosidad, reconoce a otra criatura distinta. Distinta a todo lo que ella conoce y con lo que convive en su estanque.
El vídeo que acabas de ver fue subido a las redes sociales por el zoo de Oregón y muestra a una foca de su acuario, llamada Kaya, en el momento en el que logra ver, al otro lado de la pared de cristal que delimita su mundo marino, a una pequeña mariposa.
Kaya muestra una curiosidad como la de un niño que viese a un alienígena (sin sentir miedo, claro). Todo es atracción y Kaya nada y gira sobre sí misma una y otra vez para no perder de vista a tan delicada y distinta criatura a la que no logra tocar, aunque acerca su morrito, aunque intenta acariciarla con una de sus extremidades, pero logrando solo rascar el cristal y agitar el agua del mundo en que la han encerrado los humanos.
La mariposa, a la que suponemos más ajena a la situación que Kaya, se va deslizando en breves aleteos a lo largo del cristal, probablemente atrapada por el fogonazo de azul de las aguas contenidas al otro lado. O puede que la mancha gris que baila ante ella la seduzca y crea que es algo también digno de atención e intente descifrar si ese baile tiene algún significado comprensible en el lenguaje de los aleteos.
Claro que estas imágenes también pueden inclinarnos a la melancolía. Kaya es un animal en cautividad. No está en sus mares, no nada en océanos casi sin límite. No puede encontrarse libremente con otros especímenes similares a ella o de otras denominaciones, más allá de esos curiosos humanos de todas las edades que pagan una entrada para verla junto a tantos otros.
Sus circunstancias no nos producen placer, pero sí la bella curiosidad de Kaya. Aprendamos de ella.
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