En esta carretera están muriendo decenas de pájaros cada día por culpa de los paneles acústicos instalados

En general, ninguna acción humana es inocua para los ecosistemas. El ejemplo más grave es el destrozo medioambiental que supone nuestro sistema económico global, pero acciones tan simples como colocar unas pantallas acústicas para mitigar el ruido de la carretera puede tener efectos nefastos para el resto de seres vivos que habitan la zona.

Las imágenes del vídeo que encabeza este artículo están grabadas por Diego Escalona y su compañero, dos ciclistas que fueron con sus bicis hasta un tramo concreto de la carretera de Ojén (Andalucía) tras ser avisados de la terrible situación.

Publicado en las redes sociales por grupos como PACMA o la asociación Pito Real Ornitología, el vídeo ha visibilizado el gravísimo impacto que tiene estas barreras acristaladas para las aves locales, que son incapaces de verlas y terminan impactando contra ellas con un resultado mortal. Las críticas de los internautas no se han hecho de rogar:

“Pero si es tan sencillo como colocar paneles opacos y no cristales. Y si ponen cristales, colocar pegatinas con sombras, líneas u otras cosas que lo vean los pájaros para evitarlas. Pero que panda de inútiles”

“Que mal cuerpo se me ha puesto, pero cuanto incompetente hay en este país. A quién se le ocurre poner cristales transparentes en medio del campo, por Dios! me quito el sombrero con este ciclista, olé por él, seguro que consigue que se haga algo”

Al parecer estos paneles se han instalado porque se está edificando una urbanización de lujo al otro lado, por su proximidad a Marbella, y la promotora Round Hill quería evitar que el ruido de la carretera pudiera molestar a los futuros residentes adinerados.

Sin embargo, el tsumani de críticas que ha despertado este vídeo ha conseguido que el propio Ayuntamiento de Ojén tome cartas en el asunto. Por un lado se encargaron de colocar unos indicadores provisionales para evitar el impacto de las aves contra las barreras. Y por otro lado, el ayuntamiento y la propia Consejería de Fomento han solicitado a la promotora que proporcione una solución definitiva.

Afortunadamente, ya podemos comprobar que se están colocando imágenes disuasorias en las en los puntos más conflictivos:

Pero el asunto no ha hecho más que empezar. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil ha comenzado una investigación tras recibir una denuncia sobre la opacidad de la situación. Además, hay muchos lugareños e internautas que no están contentos con la solución, pues todo este asunto en realidad evidencia que se le da más prioridad al dinero que a la naturaleza, algo que debe cambiar desde la administración pública.

"Que quiten las vallas, el ayuntamiento lo sabía y lo aprobó y dio la licencia... De verdad, vale más la urbanización de unos ricos que el paso natural de aves en un pueblo rural que se supone que es paraíso natural. No podéis consentir esto ¡Ya está bien, hombre!"

"Otra forma de amortiguar y apantallar el ruido es plantar arbustos de masa vegetal densa y altura similar... pero supongo que han implantado la opción más económica y no la más respetuosa con la zona de paso de los pájaros"

En definitiva, es necesario replantearse la manera en la que diseña cualquier tipo de proyecto. Hay ciertas preguntas que deben normalizarse a la hora de tomar decisiones y cuyas respuestas deben elaborarse por parte de los expertos oportunos: ¿cuál es el impacto medioambiental? ¿Cuál es el impacto para los animales? ¿Qué otras alternativas existen?