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El camión iba a arrollarla. Entonces la mascota reaccionó
Playground community
22 Agosto 2018 21:00
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Los llamamos mascotas o animales de compañía. Pero en el caso particular de los perros, a veces se nos olvida algo que llevan escrito ya en sus genes: aparte de ser nuestros compañeros y de estar de alguna manera incompletos sin nosotros —los humanos—, nuestros amigos animales llevan inscrita en su propia naturaleza la orden de cuidarnos y protegernos.
Lo dijo el naturalista y escritor Gerald Durrell: “Ninguna familia está completa sin una mascota”. Y el perro es ideal para ello. Algunos calculan que llevan hasta 40.000 años acompañándonos. Y son animales territoriales. Lo son de por sí, sin interferencia humana. Tienen sus medios, básicamente vinculados a su prodigioso don del olfato, para marcar los límites de su territorialidad. El olfato es su principal sentido, un millón de veces más potente que el de las personas.
Y además de todo esto, en ocasiones como las que registra este vídeo, se convierten en salvadores, ángeles de la guardia con cuatro patas. Las imágenes muestran a una mujer que cruza decidida y despistada un paso de peatones en Bisk (Altái, Rusia) el pasado 19 de agosto. Estaba en su derecho y, junto a ella, iba su perro mascota. Pero todo apuntaba a que iba a tener lugar una tragedia: un camión que transportaba grandes piezas de cemento no respetó el paso de peatones. Su velocidad seguía constante y, aunque intentó variar el curso de su trayectoria, la mujer ya llevaba avanzado un trecho del paso peatonal. Iba a arrollarla.
Y entonces fue cuando su mascota reaccionó. Se plantó y con todas sus fuerzas intentó retener a su ama en el mismo lugar en el que el animal aposentó sus cuatro patas. Ese tirón provocó que su ama saliera de su despiste, se frenara y el camión lograse esquivarla.
Bien cierto es que a partir de ahí y por la velocidad inadecuada del vehículo, este causó el volcado de su tráiler y solo la suerte logró que la situación se salvara con únicamente un coche destrozado. Afortunadamente también, la carga de piezas de cemento que aplastaron parcialmente al coche, no cayeron por centímetros en zonas del vehículo que hubieran podido estar ocupadas.
Pero volviendo al vídeo, puede que ni la dueña del perro se diera plena cuenta de lo que había sucedido y de que a quién le debía la vida.
Seguro que ya ha visionado la grabación una docena de veces.
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