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Culture
El primer corto del director de 'Interstellar' era así de impactante
11 Abril 2017 12:40
Imagen: Doodlebug, 1997
Antes de ser uno de los directores más reputados de todos los tiempos; antes de rodar clásicos modernos como Memento o El Caballero Oscuro, Christopher Nolan era un estudiante más de la UCL de Londres, la escuela de cine en la que grabó sus seminales cortometrajes.
El primero de todos fue Doodlebug, una pieza de tres minutos protagonizada por Jeremy Theobald. La película, en blanco y negro, muestra a un hombre que, como casi todos los personajes de Nolan, está obsesionado con algo; en este caso, con cazar al huidizo ‘bicho’ que da nombre al cortometraje.
Sin apenas presupuesto, Doodlebug fue escrito, dirigido, realizado y editado por el propio Nolan en 1997 —su hermano Jonathan Nolan, creador de Westworld, está acreditado como asistente de cámara en la pieza.
En 1998, un año después de rodar este tosco, aunque prometedor Doodlebug, Nolan conseguiría levantar su primer largometraje, Following. Su ópera prima como director está, sin duda, en deuda con Doodlebug: comparten la textura el blanco y negro, atmósfera inquietante y a Jeremy Theobald como protagonista de la historia.
Tendrían que pasar años hasta que la leyenda de Nolan se consolidase; hasta que nadie dudase del talento del director de Origen. Doodlebug, así, nos permite asomarnos a los inicios de ese creador fascinante, ver cómo daba sus primeros pasos en el audiovisual, y comprobar que, ya en 1997, Nolan era un diamante en bruto.
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