En ocasiones, el arte alcanza altas cotas de patetismo. Suele ocurrir cuando las ansias de molar hacen al individuo perder contacto con la realidad hasta el punto de llegar a pasarse por el forro las nociones básicas de gusto, dignidad y convivencia.
Cuando este tipo de fails creativos se dan en ámbitos como el dibujo o la performance, el drama puede ser subsanado con facilidad. Basta con pintar encima. O salir por patas del lugar.
Pero si la pifia se da en una escultura de piedra, ahí sí que tenemos un problema con bastante mal arreglo.
¿Pero qué?
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Básicamente, lo poco que puede hacerse es echarle a la estatua una manta encima y esperar a que alguien se la lleve de allí antes de que alguien ponga una denuncia.
Viendo solo los pies y del niño es todavía más sospechoso.
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Ha pasado en Adelaide, Australia, en el colegio católico Blackfriars Priory School. La escultura pretendía ser un homenaje al fraile peruano San Martín de Porres, es decir, este señor:
Me gusta mucho este rollo de estampita años 60.
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Y ha sido representado ofreciéndole “una hogaza de pan” a un niño pequeño por su trabajo humanitario con los más desfavorecidos.
"La escultura es una famosa representación de la incansable obra de San Martín de Porres, un hermano dominico, por los pobres y oprimidos del siglo XVI", dijo la escuela en un comunicado.
Teniendo en cuenta la fama (bien merecida) que llevan a cuestas ya los católicos por sus acercamientos nada cristianos a los niños, esta escultura parece estar hecha o bien por una persona muy torpe, o por un ateo con mucho sentido del humor y mucha mala hostia.
"Mis respetos al escultor de esta estatua hecha para una iglesia católica... muestra perfectamente lo que está pasando en el Vaticano y la Iglesia Católica".
Aunque el director de la escuela, Simon Cobiac, dijo en una declaración que la administración no se dio cuenta de que la estatua tendría un aspecto “potencialmente sugestivo” hasta que la vieron en tres dimensiones, las bromas estaban demasiado a huevo como para no hacerlas.
"Cura 1: 'Mira, la Iglesia Católica ha tenido muy mala prensa últimamente. ¿Por qué no encargamos una estatua de un santo regalando pan?
Cura 2: Sí, eso lo hará todo mucho mejor...".
Y lo que no son bromas, también.
"No es toy seguro de qué es más simbólico, el hecho de que un colegio católico ponga una estatua que inadvertidamente remarca el abuso sexual a niños pequeños, o el hecho de que lo hayan cubierto".
Nada más que decir, señoría.