En el Congreso Europeo sobre la Obesidad, celebrado la semana pasada en Viena, un investigador ha hecho una petición bastante polémica: que los trabajadores obesos sean tratados de forma especial.
Stephan Bevan, del Institute for Employment Studies y asesor de gobierno, señalaba que las personas obesas deberían tener la licencia para entrar más tarde a sus puestos de trabajo con tal de evitar la hora punta arguyendo que ayudaría a su salud mental puesto que es entonces cuando pueden sentirse más vulnerables y ansiosos por la presencia de otras personas.
“Podríamos ser más comprensivos con alguien que necesita llegar a las 10 h porque tienen problemas con el transporte o ansiedad con el transporte”.
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Realmente, no queda claro de qué argumento parte el profesor Bevan, ya que otra de las soluciones que el profesor Bevan propone es facilitar que los obesos trabajen desde casa. Como si ellos fueran los causantes de su bullying y body-shaming e invisibilizarlos terminara con él.
¿Hay motivos para que los trabajadores obesos reciban el mismo apoyo que los trabajadores con discapacidad? Según el profesor Bevan, la respuesta es que sí, ya que tienen “incapacidades funcionales” y debería ser “una característica protegida” bajo la Ley de Igualdad.
Asimismo, afirmaba que deberían tener derecho a denunciar a sus empleadores si no se les ofrecen trabajos o promociones a causa de su peso. “Es lo mismo que si te presentas candidato a un trabajo y no lo consigues porque eres una mujer”, dijo Bevan.
Sus declaraciones se enmarcaban en el comentario de una encuesta que preguntó a más de 700 médicos de cabecera cuestiones relacionadas con sus pacientes obesos, dando como resultado que más de la mitad de doctores creen que a los obesos les faltaba fuerza de voluntad. 1 de cada 3 médicos contestó que las personas que padecen obesidad son demasiado holgazanas para mantener el peso a raya.
La situación es grave en Reino Unido, donde en el mismo Congreso sobre la Obesidad en Viena se presentaron unos datos que provocan sudores fríos a las autoridades sanitarias: el 48% de los adultos británicos serán obesos en 2045 si la tendencia actual continúa.
