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Food
Por mucho menos algún insensato ha sido juzgado por un tribunal de guerra ¿Eres culpable en alguno de estos 11 puntos?
30 Mayo 2017 11:35
España, 2067. "The juicy paella", "Happy paella", "Paellas John". Todos los bares, restaurantes y cafeterías de España están sirviendo solamente paella porque se cansaron de decir que no a los turistas que iban a sus locales de tapas o bocadillos a por paellas. Por suerte, esta no es más que una visión distópica del futuro gastronómico del país y tal vez el sueño de cualquier turista desinformado.
Pero por desgracia, este no es el único vicio alimentario de los turistas que pisan tierras españolas. Esto es para ti, turista. Que llegas a España con ganas de comerte el mundo y cometes 11 crímenes alimentarios con premeditación y alevosía en los restaurantes:
1. Ir medio desnudo al restaurante o a comprar comida con todo al aire
Aunque haga mucho calor o la playa esté cerca, no es motivo suficiente para pasearte sin camiseta o en bikini. O para arrastrar las chanclas hasta a la discoteca. Para emepzar, hay una ordenanza que multa a la gente sin camiseta. Si tienes el instinto irrefrenable de quedarte en pelotas mira esta imagen. Seguro que se te borra de la cabeza. Y, sí, lo de la foto sucedió en Barcelona en 2014.
2. Emborracharte antes del primer plato
Un restaurante no es una discoteca. Salimos de fiesta hasta que cierran los bares (alrededor de las 3:30 h) y luego seguimos en las discotecas (las 5 o 6), así que no es cuestión de beber rápido o no aguantarás el ritmo por muy baratas que te parezcan las copas. Sabemos que el alcohol es extremadamente barato en España respecto a la mayoría de países de la unión Europea, pero no hace falta que lo recordéis en cada charla y en cada restaurante. Se agradece cualquier intento para que el turismo de borrachera vaya a menos.
3. Querer comer paella todo el día y en todas partes
Inténtalo y probablemente acabes comiendo paella congelada. Nunca viene mal leer un poco sobre la gastronomía de cada región para conocer sus especialidades. Y un consejo: cualquier ciudadano con documento nacional de identidad español sabe que las paellas en España son malas en el 99% de los casos. EL otro 1% lo mantenemos en secreto.
4. Comer cada día fuera y pisar los mercados municipales sólo para hacerse fotos.
Si tienes la oportunidad y te gusta cocinar, los mercados y mercadillos son de visita obligada: nuestra oferta de productos frescos de temporada es muy buena como para dejarla pasar.En los mercados de abastos siempre vas a encontrar los alimentos de temporada, frescos y a mejor precio que en los restaurantes. Más que nada porque muchos restaurantes compran en estos mercados.
5. Enfadarte porque al pedir un sándwich te han servido un bocadillo con pan de verdad
Aquí la traducción de sandwich viene en pan de barra, ya sea baguette o chapata. Incluso en pan de hogaza. Así que si quieres pan de molde, tendrás que especificarlo. Pero no lo hagas por el amor de Dios de todos los panes. Pruébalo y repetirás.
6. Echarle ketchup a todo
O lo que es lo mismo: pedir aliños guarros para la ensalada y hacerle ascos a nuestro aceite de oliva, esperar un full English breakfast en cualquier cafetería de barrio o quejarte porque la mayoría de bares todavía no tienen el máster de hacer bien el té con leche. Abre un tomate y úntalo en el pan. Dejarás el bote de kétchup cerrado para siempre.
7. Comer en un restaurante a las 12 y cenar a las 18 h
A esas horas, casi todo el mundo está trabajando. Los restaurantes abren sobre las 13 h al mediodía y sobre las 20 h para cenar. Pero la mayoría de personas cenamos sobre las 14 h y sobre las 21 h. Si vas a esa hora te vas a encontrar el equipo de cocina comiendo antes del servicio. Y se van a enfdar si tienen que dejar su plato a medias. Tu mismo.
8. Ir solamente a comer y beber a pubs irlandeses
Este es un vicio del turista angloparlante y también de algunos latinoamericanos porque sabe que allí encontrará con quién hablar su idioma. Y luego dicen que los españoles somos negados para las lenguas… Los pubs irlandeses en España son carísimos y la calidad de la comida la dejaremos en "mejorable".
9. Pedir varias tortillas pensando que son como en México
Aquí la tortilla está hecha de huevos y puede contener patatas, calabacín, alcachofas y hasta judías.
10. Beber sangría en diciembre
O en cualquier otro mes que el termómetro no sobrepase los 25ºC. Porque la sangría suele beberse para paliar el calor, que por algo se toma bien fría. Pero cuidado dónde la bebes, porque te puede salir doblemente cara: no son raros los puestos de jarras de sangría a 30 euros que podrían usarse para limpiar el motor de un coche.
11. Probar todas las costumbres regionales de España y pretender vivir para contarlo
No pretendas comerte 25 calçots de una sentada y vivir para contarlo si no lo has hecho nunca. No pretendas comer 20 pintxos de chistorra seguidos sin convertirte en una máquina de eruptos durante toda la noche. No comerás 30 ostras sin acabar en el wc. Deja de comer fritanga en la feria como si no hubiera un mañana. Que se abstengan los inexpertos, porque la flora intestinal de los locales siempre puede más que el estómago de un inexperto.
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