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Food
En 2014 abrió un restaurante formado sólo por mujeres luchando contra familia, leyes, religión y tradiciones. 3 años después no sabemos nada de ella
23 Mayo 2017 13:31
Nora Almoqateeb abrió el restaurante Nooryat en 2014. Esta sería una historia de lo más corriente de no ser porque fue la primera mujer en abrir un restaurante en el que todo el equipo estaba formado por mujeres en Arabia Saudí, por lo menos desde que el país endureció su interpretación de la Sharia en los 80’s. Algo a destacar teniendo en cuenta que en los restaurantes existen los "gender walls" o muros de géneros para que hombres y mujeres coman separados si no son hermanos o parejas casadas.
Gracias a esta iniciativa recibió la nominación de un importante premio el mismo año de su apertura. No sabemos si fue una nominación política para parecer un país más abierto, pero lo cierto es que no ganó y desde entonces no sabemos nada de ella. Por eso, más que nunca, su historia merece ser contada.
Nora le puso a su restaurante el nombre de Nooryat, que en árabe significa luz. Abrió sus puertas en Dammam, una ciudad costera de Arabia Saudí situada en el Golfo Pérsico. Pero lo suyo le costó. Tal como explica en el vídeo de la nominación del premio Israr del Human Resources Development Fund, que de momento sólo se encuentra en árabe, su proyecto empresarial estuvo marcado por las negativas de casi todo el mundo.
El primero en decirle que ni hablar de restaurantes fue su padre. Pero insistió e insistió. Y volvió a insistir. Hasta que lo convenció y juntos fueron a la administración para poner en marcha el trámite y planear la apertura.
Allí se encontró con un funcionario y así cuenta lo que pasó: “Tiró el formulario en el cajón y dijo ‘¿Estás loca? ¿Quieres revolucionar el país y a las mujeres? ¡Esto está prohibido!’. Por ser mujer en un país que no garantiza los derechos humanos le volvían a cerrar el paso.
Sin embargo, viendo todos los obstáculos que ya había sorteado, no cejó en su empeñó. Investigó las leyes locales y en ninguna encontró una ley que prohibiera a las mujeres obtener la licencia necesaria para abrir y gestionar un restaurante.
“Sentí que yo era como pólvora queriendo explotar. ¡Y exploté! Tenía muy claro que iba a obtener la licencia”, dice Nora Almoqateeb.
Así que demandó a las administración y, finalmente, le dieron el permiso para abrir su restaurante, completamente llevado por mujeres. Uno de los apoyos fundamentales fue el que recibió del propietario del edificio donde se aloja el local, que dijo que “el principal problema es que los hombres de Arabia Saudí no aceptan la idea que una mujer deje su casa, trabaje en un local comercial y cocine para otra gente”
Pero todavía tuvo que salvar un escollo más, tal vez el que daba más miedo de todos, y fue la presión pública para que no lo abriera.
Porque cuenta que cuando abrió el Nooryat, tenía miedo de ir sola. Todo el mundo estaba esperando que el mínimo error ocurriera para que le pudiesen cerrar el restaurante. Pero no fue así, porque el restaurante tuvo mucho éxito y su cocina se celebró como una de las mejores del país.
Incluso las trabajadoras, que en el reportaje no dieron su nombre completo por pudor, afirman que están orgullosas de su trabajo en el restaurante y que tienen a Nora como un gran ídolo para todas las mujeres Saudí.
Hoy no hay ni rastro del Nooryat en Internet. ¿Qué habrá pasado con Nora?
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