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Joe Howlett participaba en una misión de rescate cuando se produjo la tragedia
12 Julio 2017 11:48
Fondo Internacional para el Bienestar Animal
Acudía cuando las ballenas quedaban atrapadas para rescatarlas. Pero en la última misión ha sido él quien ha perdido la vida. El pasado lunes, Joe Howlett, un pescador canadiense de 59 años con larga experiencia en el océano, falleció tras liberar a una ballena franca del Atlántico Norte enredada en unas redes.
La misión había sido calificada como prioritaria por el equipo del que formaba parte, Campobello Whale Rescue Team. En solo un mes, siete ballenas francas han aparecido muertas en el Golfo de San Lorenzo, al este de Canadá. No existen precedentes en lo que está sucediendo. Desafortunadamente, cada una de sus muertes acerca a esta especie a la total desaparición. Solo quedan 525 ejemplares en el mundo y las recientes muertes suponen que su población haya caído ya un 1%, como recoge The Guardian.
En este rescate, la tragedia vino después de lograr el éxito. "Consiguieron quitar todas las cuerdas de la ballena y entonces algo raro pasó y la ballena se dio la vuelta", explicó Mackie Green, un compañero que no participó en ese rescate, a Canadian Press. No se conocen muchos más detalles pero según apunta The Guardian, su muerte fue provocada por el giro inesperado del animal.
Rescate a una ballena atrapada en redes de pesca
Howlett no era un novato. Había salvado cerca de 24 ballenas en los últimos quince años. Pero, como explican, cada operación es única e impredecible. "Tomar parte en las operaciones de rescate de ballenas requiere gran bravura y una pasión por el bienestar de los mamíferos marinos", expresó el departamento federal para ofrecer sus condolencias a la mujer y a los dos hijos del fallecido.
Las necroscopias a tres de las siete ballenas dan pistas pero no aclaran por qué ahora han muerto tantas en tan poco tiempo. Dos mostraron signos severos de contusiones, como si hubieran colisionado con un buque. La tercera murió tras quedar inmovilizada en una red de pesca.
"Sin duda Joe no querría que dejáramos de hacer esto", dice su colega Green. "Esto es algo que amaba y no hay mejor sensación que tener una ballena desenredada. Sé debió sentir bien después de liberar esa ballena".
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