El Congreso de EEUU acaba de aprobar un extra de 61.000 millones de dólares. En total, EEUU podrá gastar este año 700.000 millones en su ejército
El Congreso de Estados Unidos, de mayoría republicana, aprobó la semana pasada la generosa cifra de 61.000 millones de dólares para ampliar el presupuesto anual de Defensa de la primera potencia mundial.
La cifra adicional iguala e incluso podría superar todo el presupuesto militar de Rusia en un año. Los 61.000 millones extra dejarán en manos del Ejército de EEUU un total de 700.000 millones de dólares anual para gastar en investigación armamentística, personal y nuevos sistemas de armamento. La cifra global de gasto militar estadounidense es casi 12 veces la rusa.
La cifra está muy por encima incluso de la previsión que tenía la administración Trump e incluso está supera las partidas presupuestarias que George Bush destinó a financiar la guerra de Irak en 2003 y en 2008. Como reconoció el Secretario de Defensa, James Mattis, "se trata del mayor presupuesto militar de la historia" y asumió su responsabilidad de "gastar hasta el último dólar" en el plazo establecido por el Congreso.
EEUU cuenta este año con el presupuesto militar más grande de su historia, casi 12 veces el que dedica anualmente Rusia para el mismo propósito
Para que se pueda invertir todo el dinero, el Congreso ha permitido que el Ejército pueda gastar más en los últimos dos meses del año fiscal (normalmente el tope está en el 20% y ahora se ha ampliado al 25%). El dinero adicional servirá al Pentágono, entre otras cosas, para construir 14 nuevos barcos de guerra, 90 cazas de última generación F-35 y encargar entregas masivas de helicópteros de combate.
Lso congresistas republicanos justifican la partida por los recortes que había sufrido el gasto militar desde 2011 con la Administración Obama en la Casa Blanca. El mismo Trump habló de la necesidad del presupuesto más grande de la historia para "reconstruir el Ejército".
La previsión de gasto militar en Estados Unidos para el año que viene ya se ha fijado en un mínimo de 716.000 millones de dólares y algunos expertos auguran que no sería extraño que en los próximos años se alcanzase el billón de dólares. El aumento de los costes no se debe a una mayor producción, sino a aplicaciones tecnológicas y médicas más avanzadas.