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Sports
La prohibición del Sport Vlaanderen es la última fobia capilar del deporte
27 Septiembre 2017 12:56
El equipo ciclista Sport Vlaanderen no quiere que haya ni la más mínima crítica sobre el aspecto de sus corredores. Para los dirigentes del conjunto belga, la barba es un elemento de dejadez que hace perder elegancia y por eso ha prohibido a sus ciclistas que la lleven.
Todos ellos deberán ir afeitados si quieren competir.
"Somos un equipo ciclista, no hacemos motocross ni jugamos al rugby", ha dicho Walter Planckaert, director del equipo, para intentar justificar su prohibición. "Hemos tomado esta medida por la elegancia del ciclismo. Los restos de comida en la barba de un corredor son algo sucio. Es una razón estética".
Por extraña que parezca la prohibición, también se sigue en otros deportes. No tiene una explicación médica -como la prohibición de las trenzas, que pueden ocasionar lesiones musculares-, simplemente hay organizaciones que tienen fobia a las barbas.
Los NY Yankees llevan más de 40 años prohibiendo que sus jugadores la lleven. Esta política la implantó George Steinbrenner en 1973, cuando compró el equipo, y aunque murió en 2010 sus sucesores la han mantenido como una seña de identidad de la franquicia.
Después no pueden echarse las manos a la cabeza si una víctima de la moda hipster les rechaza. Hace un par de temporadas Brian Wilson rechazó una oferta de 13 millones de dólares de los Yankees, pero por contrato debía deshacerse de su poblada y oscura barba. Incluso una marca de cuchillas le ofreció un millón por quitársela, pero se cerró en banda: "no sin su barba".
Los futbolistas no se escapan de estas absurdas manías. Quizá la anécdota más recordada sea cuando Daniel Passarella no permitió que los jugadores de la selección argentina llevaran el pelo largo. Batistuta o Sorín pasaron por la peluquería sin rechistar, pero Fernando Redondo no acató la medida y se quedó sin jugar el Mundial'98.
Corrieron un tupido velo filtrando que se trataban de diferencias futbolísticas entre jugador y entrenador, pero todo el mundo sabe que la culpable fue una melena parecida al del rubio de los Backstreet Boys.
Hace ya 13 años, la Federación de Fútbol de Irán decidió prohibir a sus futbolistas jugar con el pelo de manera "inconveniente", por motivos religiosos. No podían llevar el pelo largo ni demasiado rapado, y de las barbas con formas horteras que se pusieron de moda a principios de milenio ya ni hablemos. .
"Los clubes han recibido la orden de impedir que sus jugadores lleven el pelo largo, coleta, la cabeza rapada o barba moderna o se les prohibirá jugar. Vivimos en una sociedad tradicional y ciertos valores deben respetarse. Los que son un modelo para sociedad serían un mal ejemplo para los jóvenes si llevaran esa apariencia", explicaron los iraníes en un comunicado.
Tenían miedo de que alguno acabara como Abel Xavier:
En el boxeo las barbas tampoco están bien vistas. Mohammed Patel recibió la noticia de que no podría competir si no se afeitaba. El problema es que es musulmán y no renunció a ella, así que su debut profesional aún está por llegar.
“Un púgil debe estar completamente afeitado antes del peso: barba y bigote no están permitidos”, le dijeron que reza el reglamento de la AIBA, la Asociación Internacional de Boxeo Amateur, que sostiene que la barba puede esconder cortes y heridas peligrosas.
Por último, hace pocos meses la Comisión Disciplinaria de la Federación de Fútbol de los Emiratos Árabes elaboró una lista de 46 jugadores que "violan las severas normativas sobre los cortes de pelo" que están implantadas en el país, tal y como te contamos aquí.
El delantero Asamoah Gyan, con su cresta mohicana con toques amarillos, fue el que se llevó toda la atención. No se merece una prohibición, pero quizás alguien debería decirle que existen más peinados en el universo.
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