El “y ahora voy y se lo digo a mi madre” se queda corto ante el vídeo que veis. Fue grabado en el Sur de la India, en la Región Forestal de Bandipur, y las imágenes nos muestran la impactante carrera de una mamá elefante contra un vehículo, un autobús que transportaba pasajeros y que, accidentalmente, molestó a la cría de la paquidermo.
Vemos a la elefanta, motivada, a la carrera, constante; tanto que en un segundo toque logra astillar el parabrisas del vehículo. A ella la vemos, a los pasajeros les oímos. Son unos 60 y gritan, en creciente pánico, temerosos de que el animal persista y logre -cuando menos- desplazar al autobús de la carretera rural, a la que imaginamos bastante distante de una segura autopista. Para empezar porque en las autopistas europeas que no estén preparadas, puede saltar un cervatillo o irrumpir un jabalí, pero una elefante hembra recordemos que puede rondar hasta las 5 toneladas de peso.
El conductor del bus hizo todo lo que pudo. Se detuvo, trató de mantener la calma y de no hacer nada que pudiera malinterpretar la elefanta, como tocar fuerte el claxon o seguir desplazando el vehículo, cosa que hubiera podido tomar como un reto.
A veces se registran ataques de elefantes a humanos; normalmente, porque se sienten perturbados en su tranquilidad o interrumpidos en actos tan importantes para ellos como la alimentación: turistas que se empeñan en hacerse una foto o un vídeo sin pensar si es el mejor de los momentos o que no conviene acercarse tanto a ellos o -por supuesto- a las crías.
En Sri Lanka, por ejemplo, por causa de la pérdida de deforestación, los incidentes con elefantes que irrumpen en zonas habitadas por humanos y zonas de cultivo, se han incrementado. Esta frecuencia creciente ha causado que haya más encuentros que culminen en ataque de los paquidermos y en represalias por parte humana. Allí se registran unos 50 muertos humanos cada año por causa de ataques de elefantes y entre 100 y 150 bajas de paquidermos por causa directa de los humanos, que les disparan, envenenan o electrocutan.
Afortunadamente, el gobierno de Sri Lanka está por ayudar e intentar paliar estas situaciones: intentan reubicar las manadas de paquidermos, desplazarlos lejos de centros humanos o delimitar territorios con vallas. Pero los seres humanos precisan desplazarse también y así ha surgido una iniciativa como el Elefriendly Bus. Unos autobuses escolares gratuitos -aunque también le den uso los adultos, por moderadas cantidades- que permiten que los niños no tengan que faltar a clase por miedo a tener que recorrer solos espacios próximos a los corredores naturales por los que se desplazan los elefantes. Entendamos que estas familias que allí habitan sienten un miedo relativamente justificado ante estos nobles animales. Pero con este bus, los niños pueden acudir con mayor protección a clase y los conductores están preparados para que el desplazamiento sea lo menos invasivo y arriesgado posible.
El vídeo grabado en Bandipur no fue hecho desde un Elefriendly, pero más vale que aprendamos de zonas que van mejorando en la interacción humano-paquidermo. O vienen sus madres y lo solucionan.