La escena apenas duró unos segundos y estuvo a dos centímetros de que las consecuencias fuesen mucho más graves
“No sé dónde tienes la cabeza”, “si cabe la cabeza, cabe el cuerpo”, “cuidado dónde metes las manos”… Son aforismos de sabiduría popular transmitidos normalmente de padres a hijos y tienen más sentido que nunca cuando se presencian escenas como la ocurrida en un centro comercial de la ciudad de Jingdezhen, provincia de Jiangxi (China) el pasado 13 de Julio.
Por apenas dos centímetros, la escena se quedó en mera anécdota pero podría haber sido un drama.
Una adolescente china atascó su cabeza entre el panel lateral de una escalera mecánica de los grandes almacenes y la pared contigua. La tracción de la correa y el propio desplazamiento de la escalera, que proseguía —ya que ninguno de los testigos optó por dar la alarma o pulsar ningún botón de parada de emergencia— milagrosamente lograron sacarla del apuro.
Tuvo suerte de que, por mucho que agitó las piernas e incluso las elevó del suelo, su cuerpo no se venció hacia el mismo angosto espacio en el que estaba su cabeza. De haber sido así, seguramente se hubiera precipitado por el hueco. Cuesta pensar que se hubiera quedado ahí atrapada, en suspensión.
El otro factor de suerte fue que su cabeza no se atascó, ya que la escalera se seguía moviendo y ninguna posibilidad suena bien, si imaginamos esa situación.
Contra todo pronóstico, la joven tuvo la mejor de las fortunas: su cabeza fue avanzando a lo largo de la línea de la pared. Arrastrada y comprimida, seguro que le habrá causado daño en la oreja y quizá en parte del cuero cabelludo. Pero fueron pocos segundos y bajo una presión moderada. Lo que no podemos imaginar, es lo que debió sentir durante esos momentos: angustia, impotencia, pánico, desconcierto...
Ante las imágenes de lo ocurrido en China, por lo menos podemos sonreir, porque hay escenas registradas que prueban que todo pudo haber sido infinitamente peor. Como el vídeo grabado en Islamabad (Pakistán) en el que un usuario de otras escaleras mecánicas fue tragado literalmente por el mecanismo. Cuesta imaginar cómo el hombre se introdujo en los engranajes hasta el pecho, aunque tuvo suerte y sobrevivió pese a los daños internos. Otro incidente que también fue grabado y que todos podemos suponer más común, supone el ser atrapado por el cabello, algo a lo que, si no se reacciona o se recibe ayuda rápido, puede conllevar graves consecuencias.