PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo ¿Que demonios es un ‘chairo’? Nadie lo había explicado antes con tanto humor Content

Content

¿Que demonios es un ‘chairo’? Nadie lo había explicado antes con tanto humor

H

 

El mexicanismo que estereotipa el ‘postureo’ activista en las redes, explicado con un combate de Pokemons

Playground community

02 Mayo 2018 17:14

Los idiomas tienen vida propia, y el español, con casi 600 millones de usuarios en el mundo, no puede ser ajeno a ello. Por ende, cada nación en la que esta lengua es vehículo de comunicación principal crea o asimila distintos vocablos que vienen a enriquecerla. Es así incluso si estas nuevas palabras son improperios o palabras subidas de tono.

En México desde hace algunos años lleva sonando la palabra “chairo”. Tanto que el curso pasado los organismos oficiales optaron por incluirla en el Diccionario de Español de México (DEM). Su definición, según la página de Facebook del Colegio de México, encargado del cuidado del citado Diccionario, reza así:

Sustantivo y adjetivo (ofensivo). Persona que defiende causas sociales y políticas en contra de las ideologías de la derecha, pero a la que se atribuye falta de compromiso verdadero con lo que dice defender; persona que se autosatisface con sus actitudes”.

Si hablásemos de España, algunos defenderían que el término engloba el concepto de perroflauta y activista de salón. Allí, en México, la definición ha resultado polémica. Buscamos reunir el vocabulario en todos los niveles: oral y escrito, culto y popular, con el objeto de documentar de manera veraz aquello que queremos decir los mexicanos cuando utilizamos una palabra”, explica el lingüista Luís Fernando Lara, director del DEM.

El término es indudablemente burlón, hasta lo ofensivo y se usa con cierto escarnio para criticar a aquellos que dicen ostentar una defensa de valores político y sociales izquierdistas. Tan burlón y ofensivo es, que su origen se localiza en una referencia al onanismo, a la autogratificación, señalando que los que encajan en esta definición estarían en el fondo viéndose reflejados en las aguas de su narcisismo político, autoconvenciéndose de las bondades de sus poses sociales e ideológicas.

Otra prueba de que la palabra ‘chairo’ ya ha alcanzado un estatus inamovible, más allá de que ya conste oficialmente en el DEM, es la prueba del algodón de su uso: ya está en boca de los principales protagonistas de los actos y eventos sociales del país: políticos, intelectuales y… tuiteros.

Otra pata del banco que sostiene la ya arraigada popularidad de esta palabra es el humor. Abundan las parodias de tópicos y personajes que reflejan la mirada jocosa hacia el chairo, como un elemento cargante, perturbador, contradictorio y que puede anular a sus enemigos incluso con el aburrimiento de sus discursos.

Pueden ser memes —como el célebre “meme mamerto”, que refleja a la intelectualidad supuestamente más cargante de ese ala izquierda— o las bromas ya adoptadas por youtubers, como la de este popular canal que muestra un vídeo paródico en el que, replicando el esquema de un combate de Pokemons, distintos estereotipos sociales se enfrentan. Y es aquí, en esta dialéctica verbal, dónde el chairo triunfa gracias a su escurridizo lenguaje.

share