Oh! Parece ser que estás usando adblocker y lo respetamos. Por eso podrás seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site. Ayúdanos a seguir adelante y a luchar por aquello en lo que creemos.
Content
Una hoja afilada elaborada a partir de gelatina comestible: la última maravilla del DIY
Playground community
23 Mayo 2018 09:13
Comenzamos a ser humanos evolucionados cuando —junto con la bendición del fuego— comenzamos a descubrir, a diseñar y desarrollar con más o menos inventiva y primitiva pericia distintas clases de herramientas. Herramientas para la caza, la manutención y el tratamiento de aquellas carnes que nos ayudaron a evolucionar hacia el Homo sapiens sapiens que somos. Bueno, casi todos. Creo.
Bien es cierto que hoy tan solo necesitamos cero inventiva y una sola herramienta para hacernos con cualquier utensilio que anhelemos o precisemos. El instrumento, claro, es una tarjeta de crédito. Pero hay algo en el interior de casi todos nosotros que nos susurra de vez en cuándo un “¿Podrías tú?”, “¿Sabrías tú?”.
No es que creamos que vaya a haber un apocalipsis zombie, como tantos parecen desear, pero sí que a veces nos planteamos si sabríamos salir de un apuro, incluso de uno esencial, ser capaces de, ya no inventar, sino copiar, replicar algún utensilio básico, necesario, preferente dentro de nuestras más básicas herramientas.
Hay gente que cree que no hay que salir de nuestra cueva o apartamento cada día sin algo que queme —aunque ya no esté bien visto socialmente fumar— y sin algo que corte —aunque la normativa civil no lo vea del todo bien en manos o bolsillos de un ciudadano—. ¿Quién no ve como un bello a la vez que útil regalo una estupenda y multiusos navaja suiza, por ejemplo?
Afilar un objeto cortante, un cuchillo meramente de cocina, es fácil, aunque no todo el mundo lo haga bien ni con el útil adecuado... Pero ¿y fabricarlo? ¿Sabrías manufacturar uno? ¿No?
¿Y si te dijéramos que observando este vídeo del canal de Youtube Kiwame Japan puedes aprender a crear ese objeto duro, filoso y cortante a partir del más opuesto blando y gelatinoso material?
¿Y lo más gracioso? Por poder, puedes hasta deshacerlo y retornarlo a su origen, a la forma de esa gelatina inocente y dulce. Podrías llegar incluso a comerte tu propia herramienta, la que has fabricado.
Porque, recuerda, de ahí partimos: gelatinas. Deliciosas gelatinas de colores. Dulces para niños tratados, modificados, alterados en forma y textura hasta lograr una herramienta básica que nos acompaña desde hace miles de años. Fundición, modelado, recorte, lijado y afilado. Y ya tenemos un cuchillo creado a partir de dulces y temblones fragmentos. Que no se diga. El que no aprende es porque no quiere.
share