A los loros no sólo se les da bien hablar... Esta risa es contagiosa
Os presentamos a Rio, una cotorra argentina que ha aprendido un truco muy gracioso. Cada vez que su dueño le sopla, ella se ríe con la mejor risa siniestra que jamás escucharás.
¿Habías visto alguna vez una reacción así? Nosotros no, pero tampoco nos extraña. Igual no es habitual, pero capacidades para eso, y para más, tienen estos pájaros.
Los loros y las cotorras —ambos de la misma familia, Psitacidae— son esencialmente conocidos por su habilidad para reproducir sonidos con gran precisión, pero su nivel de inteligencia va mucho más allá. En una investigación realizada por el Instituto Max Planck para la Ornitología y la Fundación de Loro Parque, se comparó a estas aves con otras especies y se llegó a la conclusión de que pueden razonar y resolver problemas mejor que un mono pequeño, aunque su capacidad cognitiva es menor.
Una de las pruebas consistía en tirar del hilo correcto entre varios hilos para recibir un premio. “Para los primates pequeños resulta difícil diferenciar el hilo que da el premio, pero los loros lo resuelven”, explica uno de los biólogos del Loro Parque.
La investigación también incluye el análisis de las habilidades en el uso de herramientas, donde los loros también presentan cierta ventaja con respecto a los monos. “Está claro que tienen esas habilidades porque en nuestro parque hemos visto varios loros capaces de abrir los candados de sus jaulas porque habían visto hacerlo a un humano” señala el biólogo.
“Está claro que tienen esas capacidades porque en nuestro parque hemos visto varios a loros abrir los candados de sus jaulas tras habérselo visto hacer a un humano”
Además los loros son aves sociales y por eso su capacidad de comunicación es tan sorprendente. Al parecer emiten llamadas de contacto y son capaces de nombrase los unos a los otros. Es decir, que cada loro tiene su propia llamada distintiva, como si fuera un nombre. Incluso los loros de un mismo grupo tienen marcas sonoras que permiten que se identifiquen los unos a los otros como miembros del mismo grupo, como una especie de “apellido”.
Los padres también emiten llamadas distintivas para cada uno de sus polluelos, que aprenden sus “nombres” con sólo 3 o 4 semanas de vida. Cuando alcanzan la vida adulta, esto polluelos construyen su propio “nombre” en base al “nombre” que le dieron sus padres. En cautividad, los loros repiten la misma conducta pero con otros sonidos emitidos por sus dueños o el entorno.
Por si no fuera poco, dependiendo de la especie, ¡los loros pueden llegar a vivir más de 80 años! Con ellos tienes trucos y diversión para rato. ¿No te parecen una mascota ideal?
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