A estas alturas seguro que ya todo el mundo sabe quién es Momo, esa criatura que está aterrorizando a niños y adolescentes en WhatsApp desde hace meses. Y parte del miedete que da Momo reside en su aspecto, tomado prestado por quien sea que esté detrás de este invento de una escultura que hace un par de años logró cierta viralidad tras ser expuesta en una galería de arte japonesa, la Vanilla Gallery, como parte de una exposición sobre fantasmas y espectros.
Para los que todavía no le conozcáis, Momo es un ser horrible e inquietante a quien teóricamente podemos contactar por Whatsapp (tiene prefijo japonés, por cierto), para preguntarle sobre el devenir de ciertas cuestiones personales.
Evidentemente, el Instituto Nacional de Ciberseguridad ya ha alertado sobre la puerta de entrada que Momo puede suponer para todo tipo de delitos en la red (fishing, sustracción de datos personales, extorsiones, chantajes y amenazas por no desvelar información privada….) pero una cosa está clara: el personaje resulta bastante turbador. Y turbados se han quedado algunos con este increíble tutorial de maquillaje en el que Eliud Elizondo es capaz de reproducir perfectamente la apariencia de la protagonista de este nuevo 'coco' surgida al calor de los móviles y las redes sociales.
Momo ya forma parte, sin ninguna duda, en el top 3 de ‘creepypasta’ del 2018. O lo que es lo mismo, el top 3 de leyendas urbanas de Internet que se han ido viralizando a través de las poderosas redes sociales, superando ya a otros personajes malditos como Jeff The Killer, el Teletubbie Maldito o Sonic.exe. Nombres que, de nuevo, os sonarán si contáis con algún preadolescente alrededor o si sois unos auténticos freaks de la red.
Por si todo esto no fuera suficiente, la leyenda de Momo se ha ido haciendo tan y tan grande que incluso se ha relacionado con algunos ‘asesinatos incitados’ en Japón: el caso de una mujer que se habría tirado por las escaleras al verle o el de unas estudiantes que, tras mantener una conversación con Momo el día anterior, se habrían parado en las vías de un tren, esperando su final. Historias que nos recuerdan a todo lo que pasó hace algunos años alrededor de Slenderman.
La recomendación de las autoridades está clara: no hay que fiarse de este tipo de mensajes en cadena aunque muchos, aunque solo sea por si a caso, empiecen a rezar ahora por no cruzarse jamás con Momo y tener que encontrar la manera de deshacerse de su maldición.