Lynn Lew asegura que esta práctica es la principal responsable de su buena salud y nos recomienda hacer lo mismo. ¿Podría tener razón?
Dicen que hay que probar de todo en esta vida. Aunque la mayoría de nosotros no nos tomamos este consejo al pie de la letra, y le ponemos límites a lo que estamos dispuestos a hacer. Sin embargo, algunas personas no tienen miedo en absoluto a probar novedades y se embarcan en las experiencias más extrañas y a priori desagradables.
Es el caso de la mujer a la que podemos ver en el vídeo. En las imágenes —que pueden no ser aptas para los más sensibles—, la vemos compartiendo el que supuestamente es su "remedio" para tener una piel saludable y estar completamente sana. Pero, ¿cuál es el secreto?
Nada más y nada menos que beber orina de perro.
Pis de can calentito. Del animal al vaso.
Según Lynn Lew, que así se llama la joven que sale en las imágenes, antes de comenzar a beber este líquido tenía la piel muy mal, además de estar deprimida y de mal humor. Sin embargo, asegura que comenzar a beberse el pis de su perro mejoró automáticamente tanto su estado de ánimo como su piel.
Een el vídeo podemos verla con su perro en un parque. Cuando el animal va a hacer sus necesidades junto a un árbol, Lew pone un vaso de plástico junto a él para no desperdiciar el líquido. Una vez que está lleno, la joven se bebe de un solo trago todo el contenido del mismo, como si fuera una deliciosa cerveza fresquita en un día de verano. Incluso, "rebaña" el vaso varias veces, lo que puede ser difícil de ver para los estómagos más delicados.
Algunas personas creen que se trata de un vídeo falso, debido a que la cámara no capta con nitidez la manera en la que el vaso se llena de orina.
Independientemente de la veracidad de las imágenes, lo cierto es que existen muchas personas en todo el mundo que creen de verdad que este líquido —aunque casi siempre humano, no el de tu mascota— es saludable. Para algunos la "orinoterapia" es casi un remedio milagroso.
Hoy en día sabemos que, en algunos puntos de su historia, las culturas griega y romana bebían su propia orina para tratar de conseguir beneficios para su salud. En nuestra propia civilización, la orinoterapia se puso de moda en 1945 debido al trabajo de John W. Armstrong, un naturópata que escribió un libro llamado The Water of Life: A Treatise on Urine Therapy.
No obstante, diversas investigaciones científicas no solo no le han encontrado ningún beneficio a beber orina (ya sea humana o animal), sino que nos advierten de que podría tratarse de una práctica peligrosa. Esto se debe, entre otras cosas, a que la orina suele llevar en su interior gran cantidad de bacterias que podrían causarnos graves complicaciones de salud.
Por si esto fuera poco, la propia composición de la orina es poco saludable. Debido a que forma parte del sistema excretor, estaría formada por todo tipo de toxinas que nuestro cuerpo trata de eliminar. En los casos en los que alguien haya notado beneficios al beber este líquido, los expertos aseguran que se trataría simplemente del "efecto placebo".
Después de todo, quizás la inutilidad de la orina de perro como medicamento sea una buena noticia. Porque, seamos sinceros, ¿a quién le puede apetecer beberse los desperdicios de su mascota?
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