Imagínate saliendo tranquilamente por la puerta de tu casa, avanzas unos pasos y de repente, una masa viva, rojiza y viscosa se presenta en tus narices. Tras el brinco y el grito de ascazo te quedarías mirando y preguntándote —claro está, desde una distancia prudencial y de reojo— por la procedencia de ese extraño ser, tal como hizo el ciudadano de Texas que nos brinda las imágenes que acabas de disfrutar.
"Me acerqué y vi que se movía y se retorcía. No tenía idea de lo que podría ser, pero podía ver a los gusanos individuales retorciéndose alrededor”, relataba el sorprendido protagonista, que pudo comprobar cómo esa masa desconocida estaba compuesta por una especie de largas y delgadas lombrices que se movían en todas direcciones dentro y fuera de la agrupación.
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Todo indica que esta particular comunidad está formada por gusanos tubifex, conocidos también como gusanos de aguas residuales o gusanos de lodo. Se trata de un anélido tipo lombriz de agua dulce, una especie que forma grandes colonias que se entierran bajo el lodo a la mínima señal de peligro y que sirven de alimento a peces tropicales, tortugas y galápagos. Se pueden encontrar en cualquier parte del mundo, a excepción de zonas muy frías.
Lo normal es que estén en hábitats acuáticos lejos de nuestra vista, adheridos a plantas u objetos sumergidos, e incluso en aguas con materia orgánica en descomposición. Pero cuando no hay suficiente cantidad de oxígeno, pueden salir a la superficie... y darnos sustos como estos.
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No es la primera vez que estas viscosas comunidades se presentan en sociedad convirtiéndose en causa de alarma. En 2009, Raleigh, la capital de Carolina del Norte, creyó ser objetivo de los alienígenas cuando en un alcantarillado apareció esta especie de monstruo mucoso palpitante.
Lo calificaron “monstruo de alcantarillado” hasta que, gracias a la captura de imágenes con una cámara estenopeica, lograron que los científicos identificasen a estos poco atractivos gusanos, que probablemente acabasen por accidente en los desagües.
“En ausencia de tierra, se están enrollando uno alrededor del otro. Las contracciones que ves son el resultado de un solo gusano que se contrae y luego estimula a todos los demás a hacer lo mismo casi simultáneamente, por lo que parece ser un solo gran músculo que se contrae", cuenta el experto en briozoos Timothy Wood, de la Universidad Estatal de Wright.
Ahí tienes la explicación. ¿Te atreves a mirar el vídeo de nuevo, ahora que sabes de lo que se trata, y ver si sientes menos asco?
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