Arcade Fire están tocando para locales medio vacíos durante su actual gira

Tras las críticas nada efusivas que recibieron con Everything Now, su último larga duración, Arcade Fire se están viendo en la difícil tesitura de tener que presentar el disco en salas donde el ambiente cada vez es más y más gélido. Según informa The Globe and Mail, la banda está pasando por duros aprietos para llenar los aforos durante su gira estadounidense –en muchas ocasiones, el palco de los estadios permanece, directamente, cerrado.

Además del poco entusiasmo que Everything Now ha generado entre crítica y público, otro de los factores que han podido afectar a la caída libre de Arcade Fire es haber cesado su relación con Scott Rodger, el que fuera manager del grupo prácticamente desde sus inicios. Rodger, además, se encontraría actualmente trabajando para Maverick Management, empresa afiliada a Live Nation, promotora del tour de Arcade Fire.

¿Tendrá la banda el enemigo en casa?

Pero hablemos de números: en su paso por Quebec, Tampa y Austin, actuando en estadios cuya capacidad oscila entre las 10.000 y las 20.000 localidades, Arcade Fire solo está consiguiendo meter entre 4.000 y 6.000 asistentes.

En el show que dieron en Otawa, el grupo consiguió arremolinar a un total de 5.739 fans, recaudando hasta 396.849 dólares. Aunque, a priori, las cifras no son nada desdeñables, sí contrastan cuando las comparamos con las alcanzadas en 2014, mismo grupo, misma sala: 9.798 seguidores entre el público, y unas ganancias de 568.064 dólares.

Es paradójico que, justo cuando Arcade Fire entran en fase megalomaníaca, nivel U2, estén viendo como su audiencia mengua progresivamente. ¿Es tiempo de que los responsables de The Suburbs vuelvan a los orígenes? ¿Al concierto de pequeño formato? Como ellos mismos cantan en Afterlife, ¿podrán arreglarlo? Can we work it out? Scream and shout till we work it out?