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Culture
Todo por un "romance inapropiado" que se muestra en la última película de ambos
21 Noviembre 2017 17:11
“El papel de tu vida”. Para la actriz india Deepika Padukone —en la foto de arriba— esa expresión acaba de cobrar un nuevo sentido nefando. Su último papel en el cine debía traerle aplausos, agasajos, gloria, pero le ha acabado trayendo algo bien distinto. Alguien ha puesto precio a su vida. La quieren decapitada.
Has leído bien. Suraj Pal Amu, líder del partido nacionalista Bharatiya Janata (el Partido Popular Indio) en la región de Haryana, ha ofrecido una recompensa de 100 millones de rupias (1,5 millones de dólares) a quien de muerte a la actriz o al cineasta Sanjay Leela Bhansali. Quiere las testas de ambos rebanadas.
La culpa es de Padmavati, un drama épico basado en un viejo poema sufí en el que Padukone interpreta a Padmini, una reina Rajput que habría vivido allá por el siglo XIII y que, siempre según la leyenda, acabó optando por autoinmolarse —lo que en la tradición Hindu se conoce como jaujar— para proteger su honor ante el asedio de Allaudin Khilji, el sultán musulmán de Delhi.
Bhansali es quien dirige la adaptación cinematográfica de esa historia, aún no estrenada. Y circulan rumores de que la película muestra algún tipo de escarceo romántico entre Padmini y el gobernante musulmán. Concretamente en un sueño, como fantasía onírica de uno de los personajes.
Para el líder regional de Bharatiya Janata eso es una afrenta imperdonable, un insulto intolerable a la memoria de un personaje histórico que merece el mayor de los respetos. Por eso, director y actriz deben pagar.
Y no es el único que piensa igual. La semana pasada el grupo Shri Rajput Karni Sena puso en circulación un vídeo en el que se pedía la mutilación nasal de la actriz.
Para sumar a la sinrazón bárbara que late detrás de toda esta historia, resulta que Padmini es, muy probablemente, un personaje folcórico, una figura inventada.
De acuerdo a los historiadores, existen escasas evidencias para defender que la reina Rajput existió realmente. Sería un caso de leyenda que el tiempo y la repetición han acabado elevando a la categoría de Historia. Esa leyenda sirve ahora para justificar una salvaje cacería humana.
De momento el estreno de Padmavati, previsto para el 1 de diciembre, ha sido cancelado. Hay miedo a lo que pueda pasar. La comunidad Rajput de varias regiones ya ha amenazado con quemar los cines que se atrevan a mostrar la cinta.
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