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Culture
La actriz firma una dura carta abierta en la que describe años de acoso a manos del productor
14 Diciembre 2017 12:18
“Harvey Weinstein es mi monstruo, también”. Así comienza un artículo en primera persona en el que Salma Hayek describe su relación tormentosa con el poderoso productor, hoy caído en desgracia. 3.000 palabras para narrar años de acoso que quedan bien resumidos en una frase: “No creo que (él) odiara nada tanto como la palabra no”.
La actriz enumera las muchas veces que tuvo que decir no a Weinstein:
No a abrirle la puerta a cualquier hora de la noche en hotel tras hotel y lugar tras lugar, donde se aparecía inesperadamente, incluido un sitio en el que estaba rodando una película en la que él ni siquiera estaba involucrado.
No a bañarme con él.
No a dejarlo que me viera bañarme.
No a dejarlo que me diera un masaje.
No a que un amigo suyo, desnudo, me diera un masaje.
No a dejarlo que me hiciera sexo oral.
No a desnudarme junto con otra mujer.
No, no, no, no, no…
El relato de Hayek es muy parecido a los de tantas otras mujeres que en los últimos meses han dado un paso al frente para relatar los acosos y los abusos sufridos a manos del productor. La actriz habla de proposiciones incómodas que se repiten a pesar de sus negativas, de un asedio incansable, de la posición de poder de él como argumento para forzar voluntades y también de represalias. Por ejemplo, cómo el productor trató de apartarla de Frida, un proyecto que ella misma había promovido, cuando se negó a tener sexo con él.
“Con cada rechazo surgía la ira maquiavélica de Harvey”, escribe la actriz. Y en su caso, esa ira llegó a manifestarse en la forma de amenazas de violencia física.
En una ocasión, “en un ataque de furia”, el productor amenazó con acabar con su vida. “Te voy a matar, no pienses que no soy capaz de hacerlo”.
“Me había lavado el cerebro a mí misma, convenciéndome de que ya se había acabado y que había sobrevivido”, cuenta Hayek. “Eludí la responsabilidad de pronunciarme en público al respecto con la excusa de que ya había suficiente gente involucrada en poner los reflectores sobre ese monstruo personal. No pensé que importara mi voz o que usarla haría la diferencia”. Pero el valor de otras mujeres, tantas otras mujeres que han pasado por lo mismo, le ha hecho cambiar de opinión.
“Hasta que haya igualdad en la industria, que los hombres y mujeres tengan la misma valía en todos los aspectos de la producción, nuestra comunidad seguirá siendo tierra fértil para los depredadores”, critica la actriz.
“Los hombres acosan sexualmente porque pueden. Y las mujeres estamos hablando porque, en esta nueva era, por fin podemos hacerlo”.
Harvey Weinstein, como ha hecho otras veces, ha respondido al artículo de Hayek negándolo todo a través de sus abogados. "No recuerda" que pasaran las cosas que la actriz describe. Puedes leer su comunicado aquí.
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