“Existe la falsa idea de que todo fue malo durante esos años, y no fue así”
En la vida de Amy Winehouse hubo dos Blakes, el bueno y el malo. Del malo, Blake Fielder-Civil, ya conocemos la historia: fue su marido, el que entraba y salía de la cárcel, el que la metió en la droga y la dejó tirada como una colilla. Probablemente, el hombre que más daño le hizo después de su padre.
Hoy vamos a hablar del otro, del bueno. Blake Wood conoció a Amy en 2008, el año en el que la Winehouse tocó techo y, al mismo tiempo, empezó a caer en picado. Sus vidas se cruzaron en enero, un mes antes de que Amy fuese nominada a aquellos Grammys en los que arrasó con todo, llevándose cinco estatuillas a casa pasando por encima de Beyoncé, Foo Fighters, Rihanna and Jay-Z y Justin Timberlake.
Blake tenía entonces 22 años, ella 24. Los presentó una amiga en común. Ella vio claro su talento como fotógrafo antes de que él mismo fuese consciente de él. Aunque Winehouse por aquel entonces ya empezaba a estar carcomida por sus adicciones al alcohol, al crack y a la heroína, Blake — que nunca ha consumido sustancias — no quiso retratar jamás la decadencia de su amiga. Eso ya lo hicieron todos los demás.
Blake Wood para Taschen.
“Simplemente no tenía interés en tomar malas fotos de ella. ¿Por qué tomar una foto a alguien que está pasándolo mal?”, explicó en una entrevista a The Guardian desde Nueva York, donde ahora vive.
“Como sociedad hemos capturado eso, hemos visto eso, al menos desde mi perspectiva. A lo mejor no, a lo mejor otra gente necesita conectar con eso visualmente y necesitan ver más. Por mi parte, ya he tenido bastante”.
Blake Wood para Taschen.
En el libro de retratos que acaba de publicar con Taschen, Amy Winehouse by Blake Wood, 85 fotografías (la mayoría de ellas nunca vistas) nos permiten mirar a Amy a través de los ojos de un amigo, algo que difícilmente percibimos cuando la prensa sensacionalista la lapidaba a flashazos frente a su casa de Camden día sí, día también.
Blake Wood para Taschen.
“Una de las grandes razones por las que quería sacar esto era para cambiar la conversación sobre ella. Existe la falsa idea de que todo fue malo durante esos años, y no fue así”, explicó.
Blake Wood para Taschen.
Muchas de las fotografías fueron tomadas durante aquellas largas vacaciones que Amy pasó en la isla de Santa Lucía tratando de vivir en paz, lejos de las drogas y donde Blake la acompañó durante cuatro meses. Pero en la colección también hay imágenes de la artista en París y Londres entre 2008 y 2009, antes de que su vida terminase finalmente en 2011.
Blake Wood para Taschen.
“Este libro es realmente una carta de amor a un amigo. Y es un diario visual de nosotros en el tiempo cuando el mundo más la celebró, pero al mismo tiempo fue más incomprendida. Era muy querida por la gente a su alrededor, y espero que esto se note a través del libro”.
El libro Amy Winehouse by Blake Woods podrá comprarse en la web de Taschen a partir de Agosto de este año.
Blake Wood para Taschen.
Blake Wood para Taschen.
Blake Wood para Taschen.
