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Gastro-tendencias 2018: ya no solo son naíf; ahora también son peligrosas

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¿Podía empeorar el mundo de las gastro-tendencias tras las ginebras, los cupcakes y los brunchs? A eso apuntan las primeras modas del año

Marc Casanovas

10 Enero 2018 06:00

Una decena de jornadas de 2018 han sido suficientes para ver hasta qué punto la estupidez humana puede alcanzar límites insospechados para tener un minuto de gloria en los medios de comunicación. Las tendencias gastronómicas que marcan el inicio de cualquier año son un tedioso ritual que se repite como el día de la marmota. Pero cada vez tienen menos gracia y algo peor: empiezan a ser peligrosas.

Otros años las supuestas tendencias sacaron a la palestra nuevos conceptos e ingredientes exóticos que se han incorporado paulatinamente a nuestra rutina o han muerto para siempre: finger food, brunch, cupcakes, gin tonics premium, hamburguesas gourmet y pesadillas sudorosas en forma de aguacate.

Lo bueno que tenían estas dosis de tontería con mil y un anglicismos era su naturaleza naíf. Bien es cierto qie todos tenemos nuestro pequeño placebo sin confesar. Algo tan inocentón como tomar de buena mañana un vaso de agua con limón o una cucharada de aceite de oliva virgen extra para depurar el organismo, no nos va a salvar la vida, pero no hace daño a nadie.

El problema viene cuando las nuevas tendencias buscan imponerse con mentiras y peligros reales para la salud. Todo empezó poco después de descubrir que la bacteria Lactobacilus Casei Inmunitas de los bifidus era una invención del márqueting. Eso fue un bajón en toda regla, aunque la cosa se torció más con la estúpida moda de comer sin gluten. Era una broma de mal gusto y un insulto para los celíacos. La cosa empeoró con los ayunos prolongados de los CEO de Silicon Valley, quizás el sitio donde peor se come del planeta.

Geoffrey Woo, CEO de HVMANS

Los jiji, jaja y LOL daban paso al emoticono con la gota de sudor. Pero con la entrada del nuevo año la cosa ha ido demasiado lejos. Alguien tiene que detener las mil y una tonterías de las tendencias gastronómicas porque ya causan víctimas mortales.

Medios de calidad y contrastados han publicado supuestas noticias mostrando las bondades del real water (agua cruda) o sobre lavativas de café de los famosos. Nadie tiene que dar por buenos los consejos del famosete de turno porque cualquier nutriconista con dos dedos de frente te dirá que el agua cruda sin tratar puede provocar diarreas, deshidratación e incluso muerte. O que meterse café por el ano puede acabar con tus intestinos en urgencias y con una sonda más dolorosa por la misma vía de entrada.

Agua cruda para todos

Ante la alarma creciente en el sector, un video se ha viralizado como la pólvora en las redes sociales con la supuesta chef Eva Godfrey preparando una receta con su boca. Todo sin cubiertos ni herramientas de cocina para no alterar la naturaleza del producto. Evidentemente, era una soberana memez ideada por el director creativo australiano Nathan Ceddia con una actriz.

La pieza audiovisual con la cocinera llorando a moco tendido masticando cebolla cruda, sorbiendo un huevo crudo para hacer gárgaras, masticando migas de pan o rellenando un pollo crudo eran la trampa perfecta para todos los seres sedientos de nuevas tendencias por falsas que sean. Un magnífico plato masticado listo para ser masticado de nuevo era un anzuelo demasiado apetitoso para un adicto a las fake news.

¿Cuál será la tendencia gastronómica de 2018? No lo sé ni me importa. Lo que sí prometo es que seguiré masticando mi propia comida, beberé agua del grifo y seguiré tomando café solo en mi taza.

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