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El primer paso para manejar la rabia interior de los celos es reconocerte en alguno de estos puntos
25 Julio 2017 12:04
'Scott Pilgrim contra el mundo', de Edgard Wright
Perdura en la consciencia colectiva un error muy extendido basado en la creencia de que los celos son una señal de amor. Muchos lo conciben como un peaje necesario, el precio de querer a otra persona con intensidad, pero en realidad justifican –consciente o inconscientemente– un hábito pernicioso que tiene más que ver con la propia inseguridad.
Los celos hacia la pareja siempre hablan de nosotros mismos. Y esto es lo que dicen:
'Closer', de Mike Nichols
1. Miedo a la incertidumbre. En numerosas ocasiones los celos están vinculados a la incertidumbre sobre lo que hace o piensa la pareja, y se manifiestan, de forma extrema, cuando uno no sabe tantos detalles de su pareja como los que conoce de sí mismo. La creencia de que ha de haber una especie de sincronía entre las mentes de las dos partes de la relación sólo sirve para eliminar la individualidad de la otra persona. De ahí a anularla por completo media muy poco.
2. Inseguridad. Es uno de las principales fuentes de celosía en todas las relaciones de pareja. Los inseguros tienden a pensar que son inferiores a los demás, y eso les lleva a buscar maniobras que compensen esa supuesta desventaja. Alguien inseguro puede pensar que no es lo suficientemente interesante como para hacer que perdure la relación, ejerciendo por ello una estrecha vigilancia sobre la otra persona.
No se fía de que su pareja le quiera porque ni él/ella se quiere.
3. Tendencia a la paranoia. Muchas personas tienen propensión a los pensamientos paranoicos y manifiestan dificultades a la hora de confiar en los demás. Hablamos de una propensión suave, alejada del Trastorno paranoide de personalidad. Este rasgo relativamente común les lleva a ver intenciones maliciosas en sus amigos o sus parejas, mostrándose constantemente a la defensiva.
4. Memoria selectiva. Los celos no siempre están fundamentados en sospechas injustificadas. Algunas veces se produce la infidelidad. Pocas. Sin embargo, estas experiencias negativas sirven a muchos celosos para justificar su perenne celosía alegando que si ya les pusieron los cuernos, puede volver a ocurrir. Lo que suelen obviar es que aquellas experiencias fueron un síntoma de que su relación estaba completamente agotada. Fueron situaciones poco ordinarias, nada representativas.
'Match Point', de Woody Allen
5. Siempre en un bucle. Los celos suelen expresarse a partir de un pequeño estallido, en forma de crisis. Pocas parejas se dicen con total naturalidad: “Qué celoso estoy”. En lugar de comunicarse se expresan, y eso hace que la otra persona se ponga a la defensiva. Repele el ataque con un poco más de opacidad, lo cual lleva al celoso a pensar que tiene buenas razones para sospechar. Y así hasta el infinito.
(Vía Psicología y Mente)
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