Oh! Parece ser que estás usando adblocker y lo respetamos. Por eso podrás seguir disfrutando de nuestros contenidos sin problema pero quisiéramos pedirte que lo desactivaras para nuestro site. Ayúdanos a seguir adelante y a luchar por aquello en lo que creemos.
Lit
Fue al colegio con Philip K. Dick, Studio Ghibili adaptó sus 'Cuentos de Terramar' y sí, respondía todas las cartas que le mandaban los fans
24 Enero 2018 15:50
El cariño con el que muchos recordamos a Ursula K. Le Guin no tiene que ver solamente con sus novelas o con su extraordinario compromiso político. También pesan las maravillosas anécdotas que nos dan una buena idea de la coherencia con la que decidió vivir su vida.
Coincidieron en la misma escuela de Berkeley en los años cuarenta. Aunque Philip Kindred Dick era un año mayor, ambos se graduaron en 1947. Le Guin nunca escuchó su nombre, ni supo de nadie que por aquel entonces le conociera. Quizá esto se explique porque, durante aquellos años, la escuela contaba con más de 5.300 alumnos. En declaraciones a The Paris Review, la escritora bromeaba sobre su "compañero de clase fantasma": en los anuarios de la escuela puede leerse su nombre, pero su foto no está.
Aunque no llegaran a conocerse, Le Guin no tenía problemas en reconocer que su novela La rueda celeste estaba inspirada en la obra de Philip K. Dick. Por esta razón, en un artículo titulado 'Arte, información, robo y confusión', recriminó a J. K. Rowling que no quisiera reconocer la influencia de Un mago de Terramar en la saga de Harry Potter. Porque no, la idea de una "escuela de magos" no era una nueva, como tampoco lo era que un joven mago fuera herido por su archienemigo y que cada vez que éste se acercara le doliera la cicatriz.
"No creo haber dado origen a la idea de una escuela para magos. En todo caso fue T.H. White, aunque lo hizo en una sola línea que luego no desarrolló. Yo sí fui la primera en profundizar en esta idea. Años después, Rowling tomó la idea y la desarrolló de manera diferente. No fue un plagio. No copió nada. Su libro, de hecho, no podría ser más diferentes que el mío, en estilo, tono, espíritu y todo. Lo único que me molesta es su aparente reticencia a admitir que ella ha sido influenciado".
El mítico estudio de animación japonés, de la mano de Goro Miyazaki —hijo de Hayao Miyazaki—, estrenó en 2006 una adaptación de La costa más lejana y Tehanu, el tercer y cuarto de libros de la saga. Al tratarse de la primera película que dirigía, en contra del consejo de su padre, el resultado dejó un sabor agridulce entre la crítica.
En 2004, la cadena de televisión Sci Fi lanzó 'Leyenda de Terramar', una miniserie vagamente inspirada en los dos primeros libros de la serie. En un duro artículo publicado en Slate, Le Guin se quejaba de que habían blanqueado a su protagonista, que en los libros tenía la piel oscura, color canela. "La mayor parte de los personajes en mis libros de fantasía y ciencia ficción no son blancos. Son mezclas: son un arcoíris. En mi primera novela de ciencia ficción, La mano izquierda de la oscuridad, la única persona de la Tierra es un hombre negro [...] Mi paleta de colores era consciente y deliberada".
Con la perspectiva del tiempo, y la toma de consciencia de su feminismo, Le Guin reconoció algunos de los "errores" que había cometido en sus primeras obras. Así lo explicaba su amiga y también escritora, Mary Robinette Kowal, en el obituario que le ha dedicado. La misma Le Guin, en una entrevista con Jonathan White, explicaba que su introducción al feminismo fue lenta y tardía. Ella escribía como el resto: "así es como las historias de héroes funcionan; son historias sobre hombres". Le Guin consideraba que su primer libro feminista fue La mano izquierda de la oscuridad, en el que empezó a experimentar con la deconstrucción del género. Sin embargo, también en esta obra —escrita en 1967— todavía advierte algunos errores: a pesar de imaginar un mundo de andróginos, no fue capaz de deshacerse de la heterosexualidad como único horizonte. "La insistencia en que las parejas sexuales deben ser del sexo opuesto es naif", reconocía Le Guin, "nunca se me ocurrió explorar sus prácticas homosexuales, y me arrepiento de la implicación que la sexualidad ha de ser heterosexual".
Una de las imágenes que más se ha compartido en redes tras su muerte ha sido la carta que mandó al editor John Radziewicz para negarse a colaborar con una antología que solo recogía textos de escritores. En la dura misiva criticaba el libro no solo por la ausencia de mujeres, sino por estar escrito en un tono "autocomplaciente, exclusivamente masculino, como de un club o de un vestuario". Y terminaba con la rubrica: "señores, simplemente no pertenezco aquí".
"Gentleman, I just don't belong here." The legendary #UrsulaLeGuin, when asked to blurb an anthology with no women writers. #RIP pic.twitter.com/UZsxx0FYtd
— Karen Abbott (@KarenAbbott) 23 de enero de 2018
Ursula K. Le Guin tuvo tres hijos, y a los tres les leyó en voz alta la entera trilogía escrita por J.R.R. Tolkien, una de las obras que más le influyó en la escritura de las novelas y cuentos de Terramar. "Es un libro maravilloso para leer en voz alta o (si los niños están de acuerdo) escuchar. Aunque las frases son largas, fluyen de una manera perfectamente clara, siguiendo la respiración; la puntuación está justo donde uno necesita detenerse; las cadencias son hermosas e inevitables. Como Charles Dickens y Virginia Woolf, Tolkien debía de escuchar lo que escribía."
Ursula K. Le Guin escribió un análisis del esquema rítmico en El señor de los anillos. Además de que de lo leyó en voz alta tres veces a sus tres hijos... pic.twitter.com/Ys33jg4xlC
— Edgar Manuel Flores V. (@edgarcio) 24 de enero de 2018
Sin embargo, la repetitiva lectura no quedó en una anécdota. Estas palabras de Le Guin son las que se encuentran en el inicio de Esquema rítmico en 'El Señor de los anillos', un pequeño ensayo que dedicó a la métrica compleja de la obra de Tolkien.
La escritora sevillana Mariela González ha compartido el texto con el que Ursula K. Le Guin respondió a una carta que ella le había mandado hace casi 12 años. "No recuerdo ni qué puse; tan solo quería expresarle mi admiración, decirle que era mi modelo en esto de las letras. Recuerdo la inmensa alegría al descubrir su respuesta en el buzón. Mi maestra, por siempre."
En su respuesta, Le Guin agradecía la carta y le deseaba que siguiera escribiendo. Reconocía que quizá en España la literatura de ciencia ficción era más respetable gracias a autores como Borges y José Saramago. "Dónde haya lectores habrá escritores", terminaba Le Guin.
Hace casi 12 años que envié una carta a Ursula K. Le Guin. No recuerdo ni qué puse; tan solo quería expresarle mi admiración, decirle que era mi modelo en esto de las letras. Recuerdo la inmensa alegría al descubrir su respuesta en el buzón. Mi maestra, por siempre. pic.twitter.com/uRMd67MlpU
— Mariela (@Scullywen) 24 de enero de 2018
share