El pasado lunes de madrugada, cinco hombres entraron en la residencia en la que Kim Kardashian se hospedaba en París. Dos de ellos la apuntaron con una pistola y la ataron en el suelo del cuarto de baño para después robar más de diez millones de dólares en joyas.
Ahora, TMZ ha publicado nuevos detalles sobre el asalto a partir de la declaración de Kardashian a la policía francesa.
Kardashian estaba en la cama de su residencia privada llevando solo un albornoz cuando escuchó pasos subiendo por las escaleras del duplex.
Cinco hombres entraron en su apartamento y la dejaron atada en el suelo del cuarto de baño para después robar más de diez millones de dólares en joyas.
Cuando Kardashian vio a dos hombres a través de una puerta corredera de cristal, inmediatamente se escurrió de la cama y trató de llamar a su guardaespaldas Pascal Duvier, que en ese momento estaba fuera del edificio, protegiendo a sus hermanas Kourtney Kardashian y Kendall Jenner. Pero no tuvo tiempo de contactar con él, rápidamente uno de los hombres le arrancó el teléfono de la mano antes de que pudiera terminar de marcar.
Fue entonces cuando los ladrones le ataron las muñecas con bridas de plástico y cinta adhesiva. Según explico Kim a la policía, cuando uno de ellos la agarró por los tobillos, temió que fueran a violarla.
Se dio cuenta de que habían venido a buscar era el anillo que su marido, Kanye West, le había regalado recientemente.
En su declaración, la reality star dijo que los ladrones hablaban solamente francés, exceptuando por la palabra "ring", que repetían sin cesar. Se dio cuenta de que lo que habían venido a buscar era el anillo que su marido, Kanye West, le había regalado recientemente. Les indicó dónde estaba en anillo, pero como seguía llorando y pidiendo que no le hicieran daño, los criminales decidieron taparle la boca con cinta americana.
Aparentemente, la estilista Simone Harouche, gran amiga de Kim, estaba durmiendo en el piso inferior en el momento del ataque. Al oír lo que estaba pasando, se encerró en el baño y llamó Kourtney y al guardaespaldas de las Kardashian para decirles que volvieran inmediatamente al apartamento. La terrible experiencia duró seis minutos. Pascal, el guardaespaldas, llegó apenas dos minutos después de que los ladrones huyeran del lugar.
Esta semana en las redes hemos visto odio, sexismo y deshumanización de una figura pública.
A pesar de que ante una historia de este tipo deberíamos esperar empatía, consideración y respeto hacia la víctima, muchísimos de los comentarios que se han sucedido esta semana en las redes han demostrado todo lo contrario: odio, machismo y deshumanización de una figura pública:
"Deberían haberla matado, ya no necesitamos a esta puta barata."
"Joder ¿y no se la follaron? Es una puta. Deberían haberse sacado las pollas y a ella le hubiese parecido bien. Tío, estáis todos exagerando. Seguro que se la follaron y uno de ellos la tenía pequeña como Ray Jay y le recordó a él. Adiós Kim."
"¿No se la cargaron?"
"A quién le importa una mierda"
"Oh, joder, callaos la puta boca... a quién le importa"
"Ojalá la hubiesen matado"
...
Y cuando alguien trató de sacarle la cara, lo hizo de la manera más sexista que uno se pueda imaginar:
"A la gente que está haciendo bromas sobre Kim Kardashian esta noche, deberían recordar que ella es una madre, una hija, una esposa, una amiga. Sed amables o callaos la puta boca."
Gracias por la intención, James Corden, pero Kim Kardashian no se merece ser respetada por desempeñar todos esos roles que se esperan de una mujer, se merece respeto por sí misma como individuo.
"Si solo estás preocupado por Kim porque es una madre y una esposa, es un indicador bastante claro de cómo ves a las mujeres"
Es triste tener que recordar esto, pero detrás del personaje de Kim Kardashian, hay una persona.