El fuego ha obligado a evacuar a 30.000 personas y a declarar el estado de emergencia en tres condados
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California arde con incendios que se han cobrado la vida de 10 personas. El fuego, que se desató en varios focos durante la noche del domingo (hora local), ha estado provocando pánico y destrucción en cinco condados del norte. En tres de ellos (Napa, Sonoma y Yuba), el gobernador Jerry Brown ha declarado el estado de emergencia. Son regiones vinícolas donde la economía depende en gran medida de su cosecha. Dos bodegas quedaron totalmente quemadas.
Las llamas han devorado 1.500 edificios. Se han tenido que evacuar a cerca de 30.000 personas de casas, hospitales y residencias ante el peligro. Se podía divisar ceniza en el cielo desde San Francisco a una distancia de 96 kilómetros. "Los árboles ardían como antorchas", dijo a The Guardian una mujer que tuvo que huir en su coche. Están calcinadas 30.000 hectáreas de momento y los vientos de 80 kilómetros por hora, contribuyeron.
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Todavía se desconoce la causa, pero el oeste de EEUU padece una de las peores temporadas de incendios de su historia. En el verano, solo en la primera semana de julio, se desencadenaron 45 fuegos. Se apunta a que el cambio climático, aunque no los origine, está causando que los incendios masivos se hagan cada vez más comunes. El clima cálido y una vegetación seca es combustible para propagar el fuego. Cada grado de más hace que se expandan las llamas en una mayor medida de lo que ocurriría con un grado menos.
Se ha solicitado al presidente Donald Trump que catalogue estos incendios como "gran desastre" para que se destinen recursos federales. Lejos de paliar los efectos del calentamiento global, hoy el mandatario anunciaba su intención de tumbar el Plan de Energías Limpias aprobado por Barack Obama. Fuera del Acuerdo de París, el carbón volverá a cobrar protagonismo en el país a pesar de que las plantas de carbón y de gas natural suponen un tercio de las emisiones de CO2.