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Cambridge Analytica no ha cerrado por perder clientes, solo ha cambiado de nombre

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Getty
 

La consultora británica, salpicada por el escándalo de Facebook, anunciaba el fin del negocio. En realidad sería un "lavado de cara": sus directivos han sido movidos a Emerdata

A.O.

03 Mayo 2018 16:10

Aunque Cambridge Analytica anunció el pasado miércoles que cerraba, todo apunta a un simple lavado de cara. La consulta británica, salpicada tras el escándalo de la filtración masiva de datos personales de usuarios de Facebook, está movimiendo a todos sus directivos a Emerdata, una compañía de datos.

Emerdata, ubicada en las mismas instalaciones que SCL Group, grupo al que pertenece Cambridge Analytica. Casualmente, Alexander Taylor, ex CEO de la consultora, fue nombrado director de Emerdata el el pasado 28 de marzo, cuando ya se conocía el escándalo.

Según Register, también se habría movido a Julian Wheatland, Jennifer Mercer y Rebekah Mercer. Estas dos últimas son hijas del multimillonario Robert Mercer, que era propietario de Cambridge Analytica además de ser financiador de la campaña de Donald Trump y partidario de la llamada derecha alternativa norteamericana.

La estrategia de la consultora no ha pasado desapercibida, como hubiera querido. En un comunicado emitido, Cambridge Analytica informaba que clausuraba debido a la pérdida de clientes y a “crecientes” gastos legales.

La compañía, que trabajó para la campaña presidencial de Donald Trump, accedió a datos de 87 millones de usuarios de Facebook que se habrían utilizado con fines electorales. Salió a la luz el pasado marzo tras una investigación realizada por The Guardian y The New York Times.

Cambridge Analytica, que defiende su inocencia, comunicaba: “A pesar de la firme confianza de Cambridge Analytica en que sus empleados han actuado de manera ética y legal, el asedio de la cobertura mediática ha alejado a todos los clientes y proveedores de la compañía”. Así, supuestamente, ponía fin el negocio.

De todas formas -incluso antes de conocerse esta estrategia-, el presidente del Comité de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes de la Cámara de los Comunes, Damian Collins, había afirmado que la investigación en torno a la empresa continuará.

Tenemos que asegurar que este no es un intento de salir corriendo y esconderse, que estas compañías no cierran para tratar de evitar que sean investigadas con rigor sobre alegaciones que se hacen contra ellas", ha manifestado Collins.

Las malas prácticas de Cambridge Analytica asomaron después de que su exdirector tecnológico, Christopher Wylie, mencionara que la empresa había comprado datos de millones de usuarios de Facebook.

Con solo dar likes -a artículos, grupos o páginas-, se reportaba información detallada que permitió hacer perfiles de cómo somos: ideología política, sexualidad, carácter, clase social. Esos datos podrían haber servido para mandar mensajes políticos personalizados.

La filtración habría influido en las elecciones presidenciales de EEUU y en otras citas clave como el referéndum del Brexit.

El CEO de Facebook Mark Zuckerberg tuvo que comparecer ante el Capitolio estadounidense para explicar cómo comprometió los datos de los usuarios y qué información vende. El escándalo forzó a Facebook a cambiar sus condiciones de privacidad.

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