Sayfullo Saipov, el atacante que manchó de sangre a Manhattan el día de Halloween, ha sido acusado de terrorismo. Violencia, apoyar al ISIS y destrucción de vehículos de motor son los cargos a los que se enfrenta por haber matado a 8 personas y dejar a 12 heridas, comunicó un fiscal federal de Nueva York, Joon H. Kim.

Tras conocer ayer estos cargos en un rueda de prensa, compareció ante una corte federal. Sentado en una silla de ruedas y con las manos y los pies inmovilizados por unas esposas, se declaró no culpable, explicó a la CNN una fuente de la Oficina del Fiscal Federal. De hecho, mientras se recuperaba en el hospital de la herida de bala, incluso pidió permiso para colgar la bandera del ISIS en la habitación para después alardear ante unos policías que “se sentía bien por lo que había hecho”, detallaron los fiscales en la denuncia.

El responsable de perpetrar el atentado más importante de Nueva York desde el 11-S, se inspiró en violentos vídeos del ISIS que visionaba por el móvil. Según los fiscales, imágenes de decapitaciones, tiroteos y directrices sobre cómo idear un artefacto explosivo fueron sus referencias para matar al mayor número de personas que estuvieran en la tarde de Halloween en la esquina de West Street con Chambers.

Varias personas conmemoran en Nueva York a los fallecidos en el atentado / Getty

Saipov es el reflejo de un modus operandi con el que el ISIS ha exhortado a seguidores en línea alentándoles a utilizar vehículos, cuchillos u otros recursos para matar en calles atestadas o en eventos multitudinarios. Ya han conseguido que múltiples derramamientos de sangre de lobos solitarios hayan propagado el dolor en países como Inglaterra, Francia y Alemania.

La elección de la fecha y el “arma” utilizada por Saipov radicó en que quería que el ataque tuviese una gran repercusión. Era una certeza que más personas de lo habitual saldrían a la calle y que con un camión sería capaz de “infligir el máximo daño posible contra civiles”, detallaron los fiscales en la demanda.

De acuerdo con las autoridades de EEUU, parece que Saipov no entendía de radicalismos antes de abandonar en 2010 su tierra natal, Uzbekistán. Durante los últimos siete años que vivió en EEUU tampoco fue objeto de ninguna investigación. Pero un año atrás, el odio a la cultura estadounidense le llevó a planear el ataque. Hace dos meses empezó a conducir el camión. Y antes de ayer embistió a una multitud.

Mientras se recuperaba de la herida de bala en el hospital, Saipov pidió permiso para colgar la bandera del ISIS en la habitación

El miércoles por la noche el presidente Donald Trump alegó a través de un tuit que el único destino que merece el terrorista es la muerte. “El terrorista de la ciudad de Nueva York estaba feliz cuando pidió colgar la bandera del ISIS en su habitación del hospital. Mató a 8 personas y dejó a 12 gravemente heridas. ¡DEBERÍA SER CASTIGADO CON LA PENA DE MUERTE!”.

Después del 11-S, Nueva York es una de las ciudades del mundo que mejor conoce el miedo al terrorismo. Pero también es una de las que ha aprendido que la principal arma para combatirlo es demostrar que no habrá ataque capaz de intimidarles. "No estaremos intimidados. No nos dejaremos desanimar por nada", aseguró el alcalde Bill de Blasio.