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¿Cómo puede ser que este crustáceo acabase con el logo de Pepsi tatuado?
30 Noviembre 2017 15:08
u n grupo de pescadores canadienses atrapó la semana pasada un ejemplar único. Era una langosta con el logo de la marca Pepsi adherido a una de sus pinzas. "Parecía que lo habían impreso directamente en el crustáceo", ha explicado una de los miembros de la embarcación. Ella fue quien relacionó el extraño tatuaje con la marca de refrescos.
El problema es que este hallazgo no debería asombrarnos, más bien debería preocuparnos enormemente. Todavía no hay una teoría firme que explique esta anomalía. Tan solo varias hipótesis que tienen un elemento en común: la mano del hombre y el crecimiento de las basuras oceánicas.
Unos mantienen que durante su crecimiento la langosta estuvo pegada a una lata de Pepsi. Otros que quedó atrapada en una caja de este refresco. A la espera de tener una teoría que lo corrobore, el descubrimiento de este crustáceo se produce en medio de una creciente preocupación por la cantidad de desechos que se acumulan en los océanos del mundo
Entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico acaban, cada año, en los océanos del mundo. Gran parte de los desechos acaba siendo ingerido por aves marinas, peces y otros organismos. Para 2050 se estima que el mar podría tener más plásticos que peces. Un récord del que deberíamos estar no solo consternados sino también avergonzados.
Las denominadas "islas de basuras" ya son una realidad. Recientemente se ha documentado la existencia de 38 millones de piezas de plástico que pesan 18 toneladas en un atolón de coral en el este del Pacífico Sur.
Entre los escombros, cientos de cangrejos han tenido que aprender a convivir con las basuras e incluso han hecho de ellas su hogar. Los científicos registraron cómo estos estos crustáceos habían improvisado sus casas en botellas de plástico, frascos de cosméticos e incluso en el interior de la cabeza de una muñeca.
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