El Estado Islámico (EI) acaba de perder su último feudo en Siria: la ciudad de Raqqa. Las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), las milicias kurdas y árabes que combaten en Siria con el apoyo militar de EEUU, han anunciado hoy la liberación de la ciudad, ocupada por los radicales desde 2014. La operación se inició hace cuatro meses.
Anoche, las FDS liberaban dos de los principales barrios de la ciudad y uno de sus lugares más simbólicos: la plaza de Al-Naim. Era el escenario escogido por Estado Islámico para llevar a cabo ejecuciones públicas. Hoy, finalmente, han anuciado que Raqqa se encuentra bajo su poder.
Raqqa fue la primera en caer bajo el poder del Estado Islámico en 2014, convirtiéndose así en su principal bastión. Ahora, los radicales están siendo testigos de cómo se desvanece el último reducto de poder que les quedaba.
Las FDS iniciaron a finales de 2016 la ofensiva para recuperar la ciudad. Los últimos cuatro meses han sido decisivos. Las milicias conseguían acceder a la zona por la parte este. Desde entonces han ido avanzado posiciones. Ayer, uno de sus oficiales aseguraba que sería cuestión de días tomar la ciudad y expulsar a las fuerzas del EI. Algo que no está resultando nada fácil. Los radicales utilizaron como escudo humano a más de 400 civiles para defenderse de las milicias.
La pérdida de Raqqa es vista como un golpe de poder para el Estado Islámico, que ha ido perdiendo posiciones en los últimos meses tanto en Siria como en Irak. Según informan combatientes de las FDS, unos 3.000 civiles huyeron ayer de la ciudad. Junto a ellos también lo hicieron unos 300 combatientes del EI, todos ellos sirios. Hoy las milicias confirman que han conseguido expulsar al centenar de radicales atrincherados.
Mientras tanto, el gran problema siguen siendo los miles de civiles que escapan de la guerra y que se han convertido en desplazados sin tierra. La organización no gubernamental ACNUR calcula que, tan solo de la ciudad de Raqqa, el número de desplazados alcanza los 250.000. Personas que viven en campamentos de Siria en situaciones deplorables. Desplazados que sufren una guerra que empezó hace seis años y medio.