La revista reconoce que se equivocó. ¿Volverá a ser lo que era?
Hace exactamente 16 meses anunciábamos que Playboy dejaría de publicar portadas con desnudos integrales femeninos.
Tras la popularización de la pornografía en internet y del triunfo del erotismo en redes como Instagram, la revista concluyó que no tenía sentido continuar con su filosofía primigenia. Sin embargo, en tan solo un año han vuelto a las andadas.
Bajo el hashtag #NakedIsNormal, la revista ha comenzado a publicar en su Twitter imágenes en las que viste a mujeres desnudas. Desde Marilyn Monroe hasta la Maja de Goya, pasando por Rose de Titanic , decenas de retratos famosos de mujeres desnudas han sido cambiados con el objetivo de normalizar la desnudez.
Con esta campaña, Playboy anuncia su vuelta a los desnudos. El director creativo de Playboy, Cooper Hefner, hijo del fundador Hugh Hefner, ha reconido el error de haber eliminado los desnudos a través de su Twitter:
“Soy el primero en admitir que la manera en la que la revista retrataba la desnudez estaba anticuada, pero retirar los desnudos por completo ha sido un error. La desnudez nunca ha sido el problema, ya que la desnudez no es un problema. Ahora vamos a recuperar nuestra identidad y reclamar quiénes somos”.
Los desnudos volverán a Playboy en el próximo número de marzo/abril. En esta ocasión, será la modelo Elizabeth Elam quien protagonice la portada, aunque será en un posado discreto.
“A lo largo de los años, Playboy se ha convertido en algo mucho más grande de lo que Hugh Hefner podía esperar, y el logo del conejo se convirtió en una especie de Test de Rorschach de la actitud de la gente hacia el sexo”, ha añadido Cooper Hefner en la web de la página. “Lo que tú ves en ese conejo dice más de ti que cualquier otra cosa”.
Para el hijo del famoso magnate, Playboy tiene que recuperar la “conversación saludable” sobre el sexo que había implantado a lo largo de su historia. Quiere recuperar el espíritu reivindicativo de la revista, ya que “hace tiempo que perdió su esencia característica”.
Según sus palabras, “necesitamos identificar quiénes son nuestros aliados en una época en la que, del lado progresista, la cultura de la corrección política desanima los debates que pueden herir los sentimientos de la gente; y, del lado conservador, los políticos parecen cómodos poniendo en peligro los derechos de grupos específicos bajo la creencia de que eso ‘hará a EEUU grande de nuevo’”.
Entre la corrección política y el conservadurismo más rancio se encuentra una marca histórica que parece haber perdido el rumbo. Mientras se debate, sus ventas siguen bajando. ¿Conseguirán volver a lo que una vez fueron?