Haz la prueba con los tuyos. Solo necesitáis compartir equipo de fútbol
El punto de partida en el fondo es sencillo. Piensa en varios de tus amigos o conocidos con los que compartas equipo de fútbol y una edad parecida y lánzales una pregunta que tú también contestarás.
Es una pregunta sencilla como la que hizo el usuario @sietecallero a sus "amigos cuarentones", todos hinchas del Athletic de Bilbao: ¿Qué once tipo de su equipo de entre los años 1982 y 1986 había quedado grabado en sus memorias?
Lo que pasó a continuación te sorprenderá, y, joder, por una vez no es una frase hecha.
Contestaron ocho en total. Seis de los ocho coincidieron en la misma alineación de aquel poderoso Athletic entrenado por Javier Clemente. El once recordado era Zubizarreta, Urkiaga, Liceranzu, Goikoetxea, De la Fuente, De Andrés, Gallego, Urtubi, Dani, Sarabia y Argote.
Los otros dos tan solo hicieron una pequeña variación cada uno. En un caso Sola sustituía a Gallego y en el otro se optaba por Núñez y Endika en vez de De la Fuente y Dani.
Había unanimidad general y @sietecallero podía haberlo dejado ahí. Sin embargo, escarbó un poquito más. Buscó, encontró y analizó las alineaciones del Athletic en aquellos 336 partidos que el club vasco jugó entre esos cuatro años.
¿En cuántos habrían jugado aquellos once míticos a la vez?
En ninguno. Jamás.
Javier Clemente no sacó nunca de inicio aquel once que se había formado en la mente de este grupo de athleticzales. Tan solo, de esos 336 partidos, en uno habían coincidido 19 minutos sobre el césped cuando en un Athletic-Sevilla de la 85-86 Sarabia sustituyó a Julio Salinas en la segunda parte.
@sietecallero explica que los teóricos suplentes Núñez, Patxi Salinas, Sola, Noriega y Julio Salinas eran utilizados por Clemente como titulares para evitar que aquel recordado -e inexistente- once formase nunca. Se entiende que el técnico de Barakaldo lo hacía involuntariamente, claro.
Aun así, el seguidor se reafirma también en que cuando su nieto le pregunte por el Athletic de aquellos años, él volverá a recitar de carrerilla una alineación que en su cabeza, y en la de muchos como él, existe. Porque quién se ha creído la realidad que es para estropearnos los bonitos recuerdos de fútbol de juventud.
