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Perú aún está tirándose de los pelos por la sanción que ha recibido su capitán, Paolo Guerrero. La Comisión Disciplinaria de la FIFA confirmó este viernes la suspensión de un año al delantero por dopaje tras el control realizado en octubre tras jugar contra Argentina.
Según la sentencia, Guerrero "dio positivo por el metabolito de la cocaína benzoilecgonina", una sustancia estimulante prohibida por el máximo organismo del fútbol mundial.
De esta manera, el peruano se perderá el Mundial'18, aunque asegura que apelará el fallo y jura que no tomó cocaína.
"Tomé un té de anís en Perú porque estaba con una indigestión y en Argentina tomé un té negro con limón y miel porque estaba con gripe. No voy a ser un loco y tomar un té de coca que sé que me puede perjudicar. En el hotel en Perú usé una taza usada con té de coca que no lavé y me preparé el mío. Estaba contaminada", ha justificado Guerrero en O Globo. "Soy inocente, nunca en mi vida consumí ningún tipo de drogas. Tengo una carrera de 17 años. Soy víctima de una injusticia. Si la propia FIFA descartó un posible consumo de drogas, ahora no pueden decir que soy culpable. Estoy indignado".
El rechazo de un país entero a la sanción se vio reflejado en las redes sociales, donde los usuarios exigen una rectificación con el hashtag #JusticeForPaoloGuerrero.
Además, también ha recibido el apoyo de la marca OTB Sports, la empresa que le representa.
"A lo largo de toda su trayectoria en el fútbol, Paolo Guerrero siempre tuvo conducta profesional impecable y primó por la buena índole en el deporte. Las pruebas clínicas no coinciden con el castigo aplicado por la máxima entidad del fútbol", defiende la empresa a su representado en una publicación en Instagram.
Una publicación compartida de OTB Sports (@otb_sports) el
A partir de ahora, Guerrero dispone de 7 días para interponer un recurso oficial. Sus abogados están estudiando la posibilidad, y en caso que no fructificara, pueden llevar el caso a una instancia superior como el Tribunal de Arbitraje Deportivo -TAS-.
Teniendo en cuenta que la defensa del jugador es que tomó la sustancia sin quererlo, puede que esté buscando una reducción de la sanción a 6 meses, que empezó a contar desde el 3 de noviembre, cuando la FIFA le suspendió temporalmente.
