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Sports
Jenson Button se encontró al magnate borracho en un restaurante manoseando la cara de Jessica Michibata
20 Octubre 2017 12:22
Getty
Jenson Button repasa su vida en su libro autobiográfico Life the limit -La vida al limíte- y además de compartir el dolor de uno de los episodios más tristes que le tocó atravesar, como la trágica muerte de su padre, ha revelado un suceso violento cuando aún era piloto de Fórmula 1.
El desagradable protagonista es el magnate británico Richard Branson y como víctima aparece la exmujer de Button, la modelo japonesa Jessica Michibata.
Esta parte del libro la ha sacado a la luz el diario The Telegraph, donde Button explica detalladamente el incidente. Ocurrió durante el GP de Australia de 2009, cuando Button fue con Michibata, su manager, su padre y varios conocidos más a comer a un restaurante.
"No recuerdo en qué momento de la comida estábamos cuando nos dimos cuenta de un escándalo. Su Alteza Real, el Señor Richard Branson estaba llegando. Y estaba muy, muy borracho", escribe Button, antes de apuntar que el magnate había estado horas antes paseando por su paddock, ya que la marca Virgin -propiedad de Branson- era uno de los patrocinadores de su monoplaza.
Una vez en el restaurante, Branson se tambaleó hasta su mesa y se dejó caer de golpe, aunque el escándalo sucedió cuando Button se dirigía al baño.
"Branson se inclinó sobre Jessica y le dijo, 'deja de mirarme'. Ella le dijo que no le estaba mirando pero él insistió. Aunque Jessica era modelo, era bastante tímida, así que le hizo sentir incómoda. Especialmente cuando Richard continuó su descarado flirteo poniendo su mano en su cara", explica el ex piloto, que se retiró de la F1 el año pasado.
Button asegura que su manager le dijo a Richard Branson que era mejor que se fuera. Aunque dice que no le iba a pegar, admite que "estaba furioso cuando al llegar vi a Branson con la mano en la cara de mi novia".
Le dijo que parara y que su comportamiento estaba fuera de lugar. Aunque Branson estaba tan borracho que no entendía qué problema había, evitó confrontaciones y se fue dando tumbos hasta otra mesa.
Antes de abandonar el restaurante, el multimillonario empresario dio otro espectáculo cuando una mujer, "probablemente sin ser consciente de lo borracho que iba", le dio a su bebé para hacerles una foto juntos. En ese momento, Branson cogió al niño y se pegó un paseo con problemas de equilibro antes de devolvérselo a su madre e irse del local.
"En nuestra mesa nos mirábamos con incredulidad los unos a los otros", remata Button.
Por último, el británico también contó que Branson se disculpó con él por lo que ocurrió aquella noche y dejó de beber durante meses después de ello. Ese arrepentimiento no ha sido suficiente para que explicara cómo intentó abusar de su ex mujer.
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