La crítica al machismo en el periodismo deportivo llega al prime time

La crítica al machismo imperante en la prensa deportiva llegó hace unas horas a una de las cumbres del mainstream: el prime time en Nochevieja.

Si convenimos en que en los minutos previos a las campanadas la televisión no emite contenidos que vayan especialmente contracorriente del sentir general, llegamos a esta conclusión: cada vez hay mayor consenso en que el menosprecio a y la cosificación de las deportistas deberían tener los días contados.

Hablamos del sketch del cómico José Mota con la número 2 del ránking de la WTA, Garbiñe Muguruza.

No sabemos si las primeras palabras del humorista manchego estuvieron largamente meditadas, pero suponen un acierto. Ese "Hay una pregunta que todos los espectadores que nos están siguiendo quieren saber: ¿casada o soltera?" no es solo una cobarde coartada -"hago esta pregunta no por mi, sino porque me siento obligado como agente servidor de información"- sino que trata de convertir al espectador pasivo en cómplice involuntario de una decisión a todas luces editorial.

Soltera porque ella quiere, claro.

La segunda pregunta no deja de ser otro highlight desde el tuétano machista de redacciones, dominadas por hombres en las que las mujeres apenas tienen poder de decisión. El resumen es "has llegado a ser número 1 en tu profesión, pero la maternidad, ¿qué?". Ya sabemos que "el arroz se pasa".

Por supuesto, no falta el misterio de la conciliación. Sobrevuela el descrédito de siglos de mirada patriarcal sobre 'mujeres que no saben llevar, o de las que se sospecha que directamente no llevan su casa por exceso de tiempo para ellas mismas o por vanidad profesional, algo inaudito en el caso masculino: véase cualquier variante de comentarios jocosos acerca de pisos o neveras "de soltero" o "de divorciado".

Y el físico, claro. El suyo y el de sus rivales. A ver cuándo le preguntan por el pelo a Nadal