Los jugadores están con Cavani: les apoyó cuando el jeque quiso venderles a todos para fichar al brasileño
Arte PG
Que dentro del PSG hay mal rollo es algo se palpa desde hace mucho, ya te lo contamos aquí. Pero es que ahora hasta en sus fiestas privadas se puede notar que la plantilla está dividida. El capitán del equipo, Thiago Silva, celebró este fin de semana en un salón del Parque de los Príncipes una fiesta por su 33º cumpleaños a la que asistió prácticamente toda la plantilla.
Faltaron pocos, y uno de ellos fue Edinson Cavani.
Julian Draxler y Layvin Kurzawa tampoco fueron al evento. Ambos, al igual que Cavani, parece que quieren distanciarse del clan brasileño después del tema de los penaltis. La crisis en medio de un partido que llenó tantas páginas no se ha resuelto. Neymar quiere ser el que chuta, aunque sea un recién llegado, pero la mayoría de la plantilla se ha puesto del lado de Cavani, tal y como apunta Diego Torres en El País.
El jeque tampoco ha ayudado a solucionar el conflicto. Nasser Al-Khelaïfi ha intentado que sea Neymar el que chute los penales, ofreciendo un millón de euros a Cavani para que le cediera el testigo. La propuesta consistía en mejorar su contrato: tiene una cláusula con una prima de un millón en caso de ser máximo goleador de la Ligue 1, y Al-Khelaifi le ofrecía pagárselo marcara o no marcara goles.
Sin embargo, Cavani se ha negado en rotundo. Respondió diciendo que no le interesaba el dinero, que lleva 4 temporadas en el PSG -es el tercer capitán- y que se ha ganado el derecho a lanzar los penaltis.
Cuando Neymar se enteró de su decisión no reaccionó bien y este viernes dijo en el entrenamiento que le dolía un pie. Emery le tuvo que quitar de la lista para jugar el sábado en Montpellier y el PSG completó su peor partido de la temporada, llevándose un 0-0 aburridísimo.
Borrarse así muestra poco respeto a los demás compañeros, que no se merecían quedarse sin su delantero estrella por una disputa entre los dos gallos del corral.
Este gesto parece que les ha molestado y mucho, algo que puede ser determinante en una plantilla que ya se habría decantado hace meses. Están con Cavani. Desde que llegó Neymar, los futbolistas están con la mosca detrás de la oreja porque el jeque puso media plantilla a la venta en agosto, asustado ante las amenazas de la UEFA de sancionar al club sin jugar la Champions.
Todo por no respetar el Fair Play financiero fichando a Neymar.
Los jugadores se indignaron con la situación y se rebelaron. Cavani y Marquinhos, que eran intocables, se pusieron del lado de sus compañeros. Entre los transferibles estaban Di María, Pastore, Matuidi, Moura, Draxler, Ben Arfa, Aurier y Thiago Silva, jugadores con poder en el vestuario del PSG y que se sintieron deshonrados con la decisión de Al Khelaifi.
Sus representantes estaban al tanto de que, debido al fichaje de Neymar, el PSG se veía en la necesidad de liquidarlos para obtener ingresos y así equilibrar cuentas.
Matuidi aceptó y se fue a la Juventus, pero el resto se sintieron como una mercancia. Cavani se erigió en el cabecilla de los indignados y Dani Alves se convirtió en el único defensor de Neymar.
Y en medio de esta guerra está Unai Emery, que ya intervino desde el minuto 0 para solucionar el grave conflicto de egos que había -y sigue habiendo- en la plantilla. Convenció a Al-Khelaifi a finales de agosto de que hacía falta continuidad y este declaró intransferibles a todos los jugadores que había puesto en el mercado.
A pesar de la maniobra, el mal ya estaba hecho y la plantilla se había dividido entre prescindibles e intocables. Sea como sea, harán falta muchas fiestas de cumpleaños para que Neymar se gane el cariño de sus compañeros.