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Sports
De la capital antifascista a Florentino. Del 5-0 de Milán al nacionalmourinhismo. De los huevos de Juanito a Cristiano y Gaza. 6 aficionados con pedrigrí demuestran que es compatible ser de izquierdas y del Real Madrid
01 Octubre 2016 06:00
"Yo solo creo en Dios, en Franco y en Don Santiago Bernabéu". Esa frase era todo lo que necesitaba Don Pepe, el personaje que interpretaba Alfredo Landa en la serie noventera Lleno por favor, para sacar músculo filosófico.
También para verbalizar un tópico político-deportivo: los madridistas suelen ser gente de derechas. Pero a pesar de la facilidad con la que, sin recurrir a Franco, podemos trazar una línea que una en autoritarismo el espíritu de Juanito, la cruzada nacionalmourinhista y la ambiciosa épica de Cristiano Ronaldo, decir que el Madrid es de derechas sería injusto, en primer lugar, con los madridistas acérrimos de izquierdas.
Durante la guerra, Madrid era la capital antifascista del mundo y su símbolo deportivo era el Madrid Football Club
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Primer paso para derribar el cliché: sacar a relucir la tradición republicana del Madrid. "Durante la guerra, la ciudad de Madrid era la capital antifascista del mundo por su resistencia", recuerda orgulloso Hugo Martínez Abarca, diputado por Podemos en la Asamblea de Madrid. "Y su símbolo deportivo era el Madrid Football Club".
En efecto, durante la II República se incorpora la franja morada, por el pendón de Castilla, al escudo que actualmente luce el Madrid. En 1936 el club pasa a ser controlado por el Frente Popular, mientras que el Atlético es el equipo asociado en la posguerra, incluso en su nombre —Atlético de Aviación—, al ejército que bombardeó Madrid.
En la II República se incorpora la franja morada, por el pendón de Castilla, al escudo que actualmente luce el Madrid. Y en el 36 pasa a ser controlado por el Frente Popular
Hola, dictadura. "La época más oscura de la historia del club llegó tras el golpe. Durante la década de los 40 el Madrid solo ganó dos copas del Generalísimo y ninguna liga", apunta el educador social René Freire. Manuel Monereo, histórico del PCE, ahora diputado por Unidos Podemos en el Congreso y "madridista fanático", cree que la dictadura usó al Real Madrid en su provecho político. "Igual que los toros o el cine", defiende. "Las Copas de Europa no las ganó Franco, sino los mejores del mundo, genios como Di Stéfano o Kopa".
Y después del paso de jugadores como el "maoísta" Paul Breitner —de quien Santiago Bernabéu dijo que ya se encargaría de reconducir—, llegó la democracia. Algunos socios madridistas, como el abuelo del rapero de Moratalaz El Coleta, pudieron recuperar su carnet de la CNT. Los 80 traerían a una Quinta del Buitre apabullante en España y trágica en Europa.
Las Copas de Europa no las ganó Franco, sino los mejores del mundo, genios como Di Stéfano o Kopa
Fue en esos años cuando Sara Porras se hizo madridista. "Mi padre es del Madrid y tengo muy buen recuerdo de pequeña asociado a ver los partidos con él", confiesa la excoordinadora del Área de la Mujer en IU Madrid y actual miembro de Podemos.
Nega eligió equipo conscientemente. "Nací en un hogar donde no había pasión futbolística. La Quinta vivía sus días de gloria y los elegí a ellos", admite el miembro de Los Chikos del Maíz. Para Freire, se trató de un camino marcado por el trauma de Milan en 1989. "En mi cole la voz cantante la llevaban los mayores, los pequeñajos solo escuchábamos. Los que no eran del Madrid eran muy beligerantes y explicaban que el Madrid había robado la mayoría de copas que había ganado...
... pero llegó un momento álgido: el Milan de Berlusconi se enfrentaba al Madrid de La Quinta. En el recreo no se hablaba de otra cosa. Hasta entonces yo no me había posicionado, pero esa noche el Madrid perdió 5-0 y yo lloré. Fue como una ceremonia de iniciación religiosa".
La noche que el Madrid perdió 5-0 contra el Milan de Berlusconi yo lloré. Fue como una ceremonia de iniciación religiosa
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No faltaba mucho para que el exjugador madridista Juanito muriera en una carretera y naciera el primer mito moderno blanco: el de la testiculina racial que intimida al rival para las grandes remontadas. "Yo fui al siguiente partido y ya estaba ahí todo flipado gritando Illa, illa, illa, Juanito maravilla. De hecho tengo una foto suya firmada que le pidieron mis padres cuando yo era un crío. Hoy pienso que se quiere invocar el espíritu de Juanito en un equipo de mercenarios que no saben ni quién fue", cuenta El Coleta.
"Este relato épico existe en el Madrid, pero también porque hay una espectacularización del fútbol-negocio", matiza Porras. "Es un relato épico patriarcal del éxito: el individuo en solitario que se echa a las espaldas el equipo y con su esfuerzo blablablá".
Existe un relato épico patriarcal del éxito en el equipo: el individuo en solitario que se echa a las espaldas el equipo y con su esfuerzo blablablá
"Nunca he sentido contradicción, me gusta llamar la atención. La gente da por hecho que siendo mujer y feminista no vas a estar interesada en el fútbol y menos en un equipo como el Real Madrid. Pero seguro que no soy ni la única ni la última madridista feminista y de izquierdas", defiende.
"Uno no es de un equipo por razones políticas. Yo soy madridista por mi padre y su hermano, que era de extrema derecha", explica Abarca, que hace unos años intentó crear la peña La Franja Morada.
La gente da por hecho que no vas a estar interesada en el fútbol y menos en un equipo como Madrid. Pero seguro que no soy ni la única ni la última madridista feminista y de izquierdas
Sin embargo, Nega reconoce que "cuando te mueves en determinados ambientes, no vas por ahí pregonando a los cuatro vientos que eres del Madrid. Pero no creo que sea más contradictorio que ser del Barça o del Atleti y de izquierdas. Los clubes son grandes empresas que cometen todo tipo de atropellos y chanchullos".
"Yo creo que el madridismo sí está más escorado a la derecha que el conjunto de la población. Lo he vivido en primera persona. Entre mis amigos y amigas politizados he sido siempre el único madridista, es casi una excentricidad", admite Freire.
Cuando te mueves en determinados ambientes, no vas por ahí pregonando a los cuatro vientos que eres del Madrid, aunque no creo que sea más contradictorio que ser del Barça o del Atleti
Hace unos años, el club contrató a Mourinho para frenar como fuera la sangría de títulos escapados a Barcelona. El portugués intentó hacer piña y crear lo que para gran parte de rivales y prensa no afín era un Real Madrid totalitario. "Fue horrible. Me parece un impresentable, un maleducado y a la vista de los hechos un pésimo entrenador. Los hooligans tienen que estar en la grada, no en el campo o en los banquillos", critica Nega.
"Generó guerra en un espacio que debería ser lúdico", dice Abarca. "No olvidemos lo que dijo Esperanza Aguirre: 'soy mourinhista en todo'. Creo que todo el campo le acabó odiando, menos lo que queda de Ultra Sur, le acabó odiando".
Monereo en cambio sí entiende el rol del portugués: "El fútbol no es cosa de mojigatos, es una cosa de hombres y mujeres 'con un plus'". Y recuerda que "el capitalismo mata la identidad de las masas, pero estas necesitan esa identidad, que muchas veces es el fútbol".
No olvidemos lo que dijo Esperanza Aguirre: 'soy mourinhista en todo'. Creo que todo el campo le acabó odiando, menos lo que queda de Ultra Sur
Esta estética de "Madrid fuerte" es la que, en opinión de aficionados como Abarca, lleva a la identificación del vecino rojiblanco como "de izquierdas" por ser más débil en comparación. La zona noble del Bernabeu, coinciden, tampoco ayuda. "El palco del Bernabeu es una cumbre de podredumbre política", asegura el madridista.
A El Coleta el palco lleva 30 años dándole "un asco que flipas. A veces cuando lo veo digo 'es que si pierde no me importa'". También le molesta que se asocie Madrid "al facherío". No hay que olvidar, recuerda Abarca, "que la capital fue captada ideológicamente por lo más reaccionario del país en los años 90".
El palco lleva 30 años dándome un asco que flipas. A veces cuando lo veo pienso que si el Madrid pierde no me importa
Florentino no solo es el poder, también lo simboliza. Como Cristiano Ronaldo parece personalizar una hegemonía deportiva desagradable para casi todos los aficionados rivales. Para Abarca "es curioso, porque hace cosas positivas en silencio, como donar dinero a Gaza, y luego cosas muy ruidosas en público que en el fondo perjudican su imagen".
Monereo, "como comunista", defiende la total politización del fútbol. Sin embargo, también saca la cara por la ambición del delantero no como voracidad individualista sino como perfeccionismo profesional. ¿Rechazo? "El problema es que nosotros tenemos la costumbre de ganar siempre. Por eso la gente nos odia tanto", zanja.
El problema es que tenemos la costumbre de ganar siempre. Por eso la gente nos odia tanto
Aunque a alguno de nuestros interlocutores le gustaría ver al Madrid "expropiado y convertido en un equipo de los barrios de Madrid", como propone Nega o "que cambiaran los avales para que no solo un millonario pueda ser presidente", como sugiere Abarca, ninguno se plantea cambiar de equipo por motivos políticos.
"Llegaremos antes al socialismo que a cambiar el fútbol. Pero mientras, viva Cristiano", remata Monereo con la zurda.
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