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Sports
Curry y Durant han sido demasiado para LeBron James, que ha acabado jugando con una mano casi rota. ¿Será este su último partido en Cleveland?
09 Junio 2018 08:50
Es complicado definir el papel de los Warriors en la NBA con una palabra que no sea la de ‘dinastía’. Este equipo ya es leyenda en virtud de una superioridad que les ha llevado a campeonar, otra vez más, en estas Finales de 2018. Tres anillos en 4 años, con el parón de 2016 por la redención de LeBron en Cleveland. Golden State Warriors se ha convertido en el cuarto equipo en conseguir semejante gesta, después de Celtics, Lakers y Bulls.
Cada jugador que entraba en el vestuario tras recibir el trofeo de campeón no podía evitar soltar algún grito de liberación, conscientes de que sus nombres serán recordados.
Una dinastía. Los Warriors levantan el trofeo que les acredita como los campeones de la NBA. #LasFinalesDeTodaLaVida #dormiresdecobardes pic.twitter.com/MO5zM47aUP
— #0 de Movistar+ (@cero) 9 de juny de 2018
En este 4-0 a los Cavs, el equipo de Steve Kerr ganó por 85 a 108 sin dar ninguna concesión. Los locales fueron a remolque desde el principio, hasta que el tercer cuarto de los Warriors, para variar, les acabó hundiendo.
Esta es la segunda vez que barren a LeBron James en unas Finales, tras las que perdió en 2007 contra los Spurs. En los próximos días las especulaciones sobre su futuro serán una locura, aunque la noticia ha saltado en la rueda de prensa posterior al Game 4, cuando ha reconocido que ha jugado las Finales con una mano prácticamente rota.
LeBron James y Stephen Curry en un lance del juego. Gregory Shamus/Getty Images
No lo ha querido decir hasta que ha acabado la eliminatoria y nadie se ha dado cuenta. Se la rompió tras perder el Game 1. Él mismo ha revelado que tras aquella dramática derrota le pegó un puñetazo en el vestuario a una pizarra, produciéndose una lesión en la muñeca.
A falta de 4 minutos, con el partido perdido, Tyronn Lue le ha sentado y se ha llevado la ovación de la noche. En el campo ha sonado a la despedida improvisada de LeBron.
Respeto #NBAfinals pic.twitter.com/FPmpsVIvrl
— NBA Spain (@NBAspain) 9 de juny de 2018
Ese homenaje de la afición contrasta con los abucheos que también dirigieron a sus propios jugadores cuando veían que iban a ser barridos y no subían su nivel defensivo. Las caras de J.R. Smith, Kyle Korver o José Calderón en los pasillos interiores del estadio hablando con sus familias mostraban la profunda decepción que se han llevado.
La otra cara de la moneda la protagoniza Kevin Durant, que desde que ha llegado a los Warriors ha ganado 2 anillos y se ha llevado su segundo MVP de las Finales.
Fans de Golden State Warriors celebrando la victoria. Justin K. Aller/Getty Images
Esta noche Durant ha jugado a un nivel altísimo, consiguiendo un triple-doble de 20 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias. Stephen Curry se ha vuelto a quedar con las ganas de llevarse este premio, a pesar de haber sido la estrella del partido con 37 puntos en 39 minutos.
Tampoco debería preocuparse. Con el momentum ganado por esta dinastía, parece cuestión de tiempo que se lleve el MVP.
Steph Curry knocks down 7 triples for 37 PTS in the @warriors Finals-clinching victory! #DubNation #NBAFinals pic.twitter.com/XCLgRXfzoL
— NBA (@NBA) 9 de juny de 2018
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