Acaba envuelto en llamas tras ser gaseado y ‘taseado’ por policías en París

Una cámara corporal de uno de los agentes que participaron en el arresto captó el inusual accidente —o la acción desmedida de los policías franceses. Ocurrió en París en 2013, pero ha sido esta semana cuando la policía ha hecho públicas las imágenes. Y claro, las redes sociales han ardido como el hombre del vídeo.

Tras producirse un altercado en la capital gala, un hombre de color con aparentes heridas en sus brazos y sin camiseta se encara a varios agentes que tratan de calmarle para detenerle.

“¿Acaso te he atacado? Quítame las manos de encima, no me toques, hijo de…”.

Sin acatar las órdenes policiales, el hombre continúa varios minutos andando de un lado a otro y gritando al mismo tiempo. No pone las manos detrás de su espalda, sigue soltando palabrotas por la boca.

La situación no es especialmente tensa, el hombre se mantiene poco agresivo pero sin dejar de andar con pasos chulescos. “Llama a una ambulancia y no tengas miedo”, le dicen los agentes. Pero pronto se les acaba la paciencia.

“Vamos a detenerlo por desacato a la autoridad”, ordena a sus compañeros otro policía. Primero uno de ellos le golpea con una porra de forma inesperada y acto seguido le rocían con gas lacrimógeno. La mala fortuna quiso que un tercer agente utilizase su pistola eléctrica para terminar la faena.

Mala decisión. La mezcla del producto químico con la descarga de electricidad fue terrible: el hombre ve como las llamas envuelven la parte superior de su cuerpo y se lanza al suelo.

Pronto las llamas se apagan pero un policía recrimina a los otros. “¿Quién lo gaseó?”, pregunta con ímpetu. Se interesa por el afectado que responde con un “Me voy a morir”, mientras sus gritos de dolor dominan la dramática escena.

Terrible. Y una vez más, una exhibición de violencia desmesurada, o mal ejecutada, por parte de unos agentes del orden.