18 minutos de magreos, sexo oral, tocamientos frente al personal del establecimiento. Ahora podrían acabar en la cárcel
Nada les hizo pensar a Daniella Hirst y a Craig Smith que mantener relaciones sexuales en un local de la famosa cadena Domino’s Pizza los podría llevar a estar entre rejas.
Tras pedir la cena, esta pareja de Bridlington (al noreste de Inglaterra), decidió dar rienda suelta a su pasión y magrearse delante de clientes y de los trabajadores, que estaban a lo suyo cocinando la pizza de pepperoni que habían pedido.
Ayer se celebró la primera vista del juicio y con ella salieron a la luz las imágenes de la cámara de seguridad, en las que se ven a los dos jóvenes simulando y también llevando a cabo todo tipo de actos lascivos durante 18 minutos.
La pareja, que estaba bajo los efectos del alcohol, comenzó esta escena x-rated profiriéndose varios besos. Seguidamente, Smith cogió a su novia en brazos y empezó a zarandearla y a inclinarla contra el suelo movidos por la euforia y el fervor.
La presión sanguínea y el calentón de ambos fue en aumento y los dos británicos se fueron a un rincón de la tienda buscando la escasa intimidad que allí iban a encontrar. Hirst le desabrochó la bragueta a su pareja, se arrodilló en el suelo y lo que pasó a continuación ya se lo pueden imaginar.
Con su temperatura corporal más alta que el horno del Domino’s, Craig le bajó los pantalones a su pareja, pegó su torso contra la espalda de su novia y el resto también os lo podéis imaginar.
El 'numerito', más propio de un salón erótico que de una pizzería, continuó con Smith simulando que penetraba uno de esos conos amarillos que se utilizan para señalar que el suelo está mojado. A typical drunk perfomance.
¿Resultado? Los dos han sido acusados de atentar contra la decencia pública y el próximo 17 de octubre conocerán su condena.
Smith no hizo acto de presencia en el juzgado, ya que se encuentra en prisión por una doble agresión en 2015. Sin embargo, la joven si fue a declarar y, cuando la cinta se reprodujo delante de toda la sala, se cubrió la cara con las manos de la vergüenza. La inglesa solo pudo añadir que su comportamiento fue “horrendo”.
Dado que parte de su vida sexual había quedado expuesta, Daniella Hirst explicó que está abierta "mantener relaciones sexuales en lugares públicos” porque le gusta “la emoción de poder ser pillada”.
“Sin embargo, nunca pensé que nos pillarían así y que el vídeo acabaría en internet”, apuntó.
Una lección de vida para esta pareja: el sexo en lugares públicos puede ser emocionante, pero es mejor hacerlo con cuidado y lejos de cámaras de seguridad para no tener problemas con la justicia.
[Vía The Sun, Daily Mail]
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