El pavor de encontrar a una pitón gigante escondida en la pared de tu casa

¿Alguna vez has oído un ruido en la pared y te has preguntado qué podría ser? Quizá tienes un vecino inesperado… un roedor o pequeño animal que se ha colado por un resquicio y vive feliz arropado por tu calefacción y resguardado de los elementos por la estructura de tu casa.

Cuando sucede algo así, generalmente se trata de un huésped inofensivo y que puede eliminarse fácilmente. Pero en otras latitudes del planeta la cosa puede ponerse bastante más peliaguda. Como en este vídeo tomado en Bangkok, Tailandia, el pasado día catorce de marzo.

El protagonista de la historia es un hombre de cuarenta y cinco años llamado Somchai Subdang. El señor estaba viendo la televisión cuando empezó a escuchar un ruido extraño que venía de detrás de la pared de su salón. Se acercó a la pared y empezó a investigar el misterioso fenómeno. Arrimó la oreja al muro. Lo que le escuchó le puso los pelos de punta ya que pudo identificar el característico sonido siseante de una serpiente.

Naturalmente el hombre corrió a pedir ayuda.

Tras hacer los operarios varios agujeros, por fin pudo verse parte del cuerpo de la serpiente, pero nadie podía sospechar, siquiera entonces, el monstruoso tamaño de la pitón que tan felizmente había anidado en las paredes del señor Subdang.

Tras ser retirada, la serpiente fue introducida en un saco especial y conducida a las afueras del distito Thung Khru para ser devuelta a la naturaleza.

Uno de los rescatadores ha manifestado que la pared del señor Subdang fue “un lugar inusual para encontrar una serpiente. Creemos que entró a través de algún agujero para resguardarse de la lluvia”. Y añadió divertido: “Le di a mi hijo pequeño mi teléfono móvil para que pudiese grabar a su padre capturando a una serpiente”.

El dueño de la vivienda manifestó no tener realmente miedo de la serpiente mientras ésta se hubiese quedado en la pared de su sala de estar, “pero sí me asustaría si se mete en el techo porque podría caer sobre mi mientras duermo”.

El hombre también ha manifestado su pesar por los daños causados a su vivienda : “Siento tener que arreglar la pared. Pero es mejor que tener a una serpiente viviendo en mi casa”.

Nosotros nos alegramos del final feliz tanto para el dueño de la casa, como para el propio animal que ha vuelto a su hábitat natural lejos de los molestos humanos.

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