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Un ángel de la guarda canino
Playground community
20 Marzo 2018 19:25
Humanos vs. (los otros) animales. Animales vs. humanos. Cuesta no caer en la trampa del antropomorfismo. Cuesta mirar a estos dos perritos y no ver a animales comportándose "como nosotros". Pero deberíamos hacer el esfuerzo, aunque nos cueste. Porque el humano, opina, no debería ser la medida de todas las cosas.
Unos y otros compartimos instintos y en muchos casos reacciones. Nos emociona cuando vemos a los animales actuar como lo habríamos hecho nosotros. A veces mucho mejor de lo que lo harían la mayoría de gente con la que tropezamos. Y esta simpatía nace de que nos reconocemos en sus actitudes: en su amor y afán de protección hacia sus hijos, lealtad hacia amigos y compañeros y casos extremos de capacidad de sacrificio. Todos conocemos casos de perros abandonados que volvieron a su hogar recorriendo cientos de kilómetros, o que esperaron durante meses a la puerta de un hospital a un dueño que ya no volvería nunca. Son todas ellas actitudes nobles que no siempre resulta fácil ver en la vida cotidiana, pero que adopta cada día sin complejos ni ampuloso afán de protagonismo cualquier can callejero. Eso nos admira y emociona. Por eso determinados vídeos se hacen virales y nos hacen sonreír. E incluso, a veces, nos emocionan.
Este vídeo es una muestra de esto. En sus imágenes podemos ver a dos pequeños canes, uno de ellos está inconsciente mientras el otro lo cuida, sostiene y abraza.
Después de verlo varias veces, ya que se trata sólo de unos segundos, creo firmemente que se trata de una madre y su hijo. ¡Que no te engañe su pequeño tamaño! Hay mamás caninas muy pequeñitas que dan a luz cachorritos que, pasadas pocas semanas, ya alcanzan su tamaño o lo superan. El can desmayado no es más que un bebé, un cachorro, como puede percibirse por la forma abombada de su panza e incluso el color de la piel. Y el perro protector es una hembra con un parecido más que evidente. Así que, si aceptamos la probable relación materno-filial, no puede resultarnos extraño su comportamiento.
Independientemente de que su cría pronto la superará en tamaño, para ella sigue estando bajo su protección. Aunque el cachorro esté profundamente dormido o aún inconsciente, el que pretenda acercarse a él con aviesas intenciones no saldrá indemne del intento. De hecho, seguramente se llevará un buen mordisco.
Entretanto ella lo arropa, vigila y, finalmente, lo mueve y menea para que se despierte. Y así lo hace y podemos ver, casi en los últimos fotogramas, como abre los ojos, respira y reacciona.
Casi puedo visualizar a cualquiera de nuestras madres en una actitud no muy distinta. Y es que el instinto de protección no es diferente y todos los mamíferos superiores comparten, entre otras cosas, una madre feroz ante cualquiera que busque meterse con su progenie. No importa edad o tamaño, para ellas siempre seremos “sus pequeños”.
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