¿Está protestando por una prenda que le resulta incómoda? ¿Está jugando a hacerse el herido?
La pequeña Dora es un cachorro bicolor al que le han hecho un regalo. Sus dueños le han comprado un chaleco salvavidas de color naranja, un complemento que le da visibilidad y está pensado para su confort y seguridad. Pero es evidente que Dora no lo ve así en absoluto. Como dice su dueño en Twitter, desde que lo lleva puesto ha “olvidado cómo ser un perro” y no es capaz ni de sostenerse en pie.
La pobre Dora espera desconcertada. La sostienen por una especie de asa como si fuese un bolso. Cuando es depositada en el suelo, se deja caer una y otra vez entre las risas de los presentes.
Sus patas parecen no poder sostenerla. Entre el desconcierto y la pereza el cachorro simplemente se tumba inmóvil, y mira a su alrededor con los ojos abiertos y asombrados.
Se ve que es un animalillo adorable y puede percibirse claramente que sus dueños se comportan con enorme cariño hacia ella. La animan una y otra vez y, cuando vuelve a dejarse caer, una chica le dice amablemente: ¡Buen intento, Dora!.
El vídeo se ha hecho viral porque Dora es como un peluche de ojos grandes que se deja caer con absoluta despreocupación del resto del mundo. Es divertido y, reconozcámoslo, absolutamente adorable.
En el vídeo también vemos cómo, en un momento dado, otros perros hacen acto de presencia y eso nos lleva a pensar que la cachorra va a reaccionar manteniéndose en pie. Los otros perros la rodean y olisquean amistosos mientras unas manos afectuosas la depositan de nuevo en el suelo esperando que el instinto la lleve a imitarlos. Pero inmediatamente se vuelve a dejar caer perezosa y sólo mueve la cabeza para mirar a su alrededor con ojos tristes, como haciendo pucheros, mientras todos la rodean y ríen divertidos por la situación.
En realidad Dora es un Beagle mestizo de diez semanas de edad que corretea, salta, mordisquea, explora y descubre. Y precisamente ese nivel de actividad fue el motivo de adquirir el problemático chaleco salvavidas. “Le compré a mi cachorro el chaleco para que esté segura cuando vamos al río. Se le ajusta perfectamente y ella no está ni molesta, ni asustada, pero su reacción es muy graciosa”, escribió su dueño en redes sociales.
Estamos de acuerdo. Dora es un encanto y estamos seguros de que, tan pronto como se acostumbre a su nuevo complemento, volverá a correr y crecerá segura y fuerte, disfrutando tanto del jardín como del río, con sus dueños felices y seguros de saber que cuando se canse de explorar y disfrutar del mundo, volverá con ellos a un hogar en el que es un amado miembro más de la familia.
