Little Mussa y Anthony se conocieron durante el vuelo de rescate de ella en El Congo. El pequeño chimpancé aprovechó para ayudar a su nuevo amigo a pilotear unos minutos la aeronave
El destino del bebé chimpancé Little Mussa dio un giro de 360º hace unas semanas cuando fue rescatado de las manos de cazadores furtivos en el Parque Nacional Virunga de El Congo. El vídeo que encabeza estas líneas muestra la tierna imagen del animal que va hasta el regazo de Anthony Caere, piloto de la aeronave que lo traslada hasta un centro de rehabilitación.
El vídeo logra enternecer hasta el más fuerte cuando el pequeño Mussa sale de la parte trasera de la cabina de aeroplano, donde está ubicada su silla, para acompañar a Anthony durante el vuelo, sentado en su regazo, y curiosear los controles del avión mientras era consentido por el piloto.
Los chimpancés se caracterizan por su inteligencia y conductas similares a las de los humanos. Little Mussa no solo vio desde el aire la inmensidad de la selva junto a Anthony, sino que quiso tener el control del avión.
Aunque todo era nuevo para el bebé chimpancé, siempre estuvo tranquilo y confiado. No temió al avión ni a Anthony y en muy poco tiempo se hicieron amigos. La tranquilidad del animal hace ver que se siente seguro y protegido, aunque no conoce su destino, sabe que estará bien.
Mussa fue llevado al Lwiro Primates Centerno no solo para alejarlo de los cazadores, sino también para tratarle de unos parásitos intestinales.
Los animales son agradecidos y Mussa mucho más. Cuando tocó nuevamente tierra y se abre la puerta de la avioneta, vemos cómo abraza con fuerza a la protectora que lo recibió pese a no haberla visto antes.
Con el paso de los días Mussa no solo ha recibido cariño, también mejoró su salud. Dicen sus cuidadores que ahora "ríe y juega", y él agradece su nuevo destino con muestras de amor para los proteccionistas.
Viendo imágenes cómo estas, ¿de verdad no te apetece implicarte en algún proyecto de ayuda a animales en riesgo?
Nunca es tarde. Ellos te lo agradecerán con amor.
¿Te atreverías a decirle que no a esta carita?